VENEZUELA
DE LA
INESTABILIDAD A LA TRANSICIÓN A UN NUEVO TIPO DE SOCIEDAD. APROXIMACIÓN A UNA
EXPLICACIÓN CONSENSUADA.
Articulo Escrito Por: Samuel Scarpato
Mejuto
Desde hace días he
querido escribir y desahogar tantas apreciaciones que tengo sobre lo que sucede
en Venezuela, pero pensar en mi hermana fallecida hace apenas una semana me
tiene apuntando hacia otras cosas, sin embargo, justamente les escribo porque
es lo que hubiese querido ella, siendo franca, directa con un verbo sin
anestesia, funcionaria analítica y comprometida, lejos de todo fanatismo...,
frente a ella les hablaré a tirios y a troyanos sobre algo que igualmente a
todos nos inquieta. Hablaré sin fanatismos, pero con el compromiso de
contribuir a revelar algunos de los problemas de base que nos han conducido a
la situación que vive nuestro país en la actualidad.
UNO. Venezuela llegó,
como pocas veces en su historia, a una coyuntura política y socioeconómica en
la que se debe optar por un contundente golpe de timón, sea que de manera
inteligente lo haga el gobierno, o que de forma aleccionadora lo haga el resto
de la sociedad. Dentro de las formas en que puede hacerlo el resto de la
sociedad, puede ir desde una inusitada presión de las bases pro gobierno junto
con tantos otros sectores que decidieron apostar a la paz y a la cooperación,
hasta un brutal derrocamiento cuyo intento continúa en curso desde el pasado
12F.
Visión 1: Viene una
transición hacia una nueva sociedad tendiendo a ser más segura y productiva,
más integrada y consensuada, sea por la rectificación del gobierno, o bien por
una actuación como nunca de las bases sociales, no quisiera pensar en un
peligroso e insustentable derrocamiento con dilatadas consecuencias nada
aseguradas para todos.
DOS. Lo anterior nos
vuelve a la coyuntura. Falta un puente que nos permita no estrellarnos en un
enorme vacío. Las opciones que se plantean en la actualidad (28F), propuestas
por tirios y troyanos, son absolutamente inviables, vamos directo al impacto.
No se trata que tirios y troyanos pacten y se den la mano en un gobierno común,
porque no se trata de la falta de un puente entre ambos; viajan por vías
totalmente distintas con objetivos muy opuestos, por tanto ni siquiera con
puentes de amor llegarán a encontrarse. Me refiero más bien a un cable a tierra
que haga viables sus propuestas.
Visión 2: Así dejen de
odiarse e insultarse tirios y troyanos en Venezuela, igual se estrellarán y,
con ellos, a toda una sociedad que mira expectante aguardando que sus
respectivos mesías les salven. No necesitan un puente, sino un cable a tierra;
políticas, medidas y acciones que procuren que el modelo no se caiga por
medidas similares a las que resultaron suicidas en la década de 1980, con
tardías y peores rectificaciones en la década de 1990, pero tampoco con medidas
insustentablemente maravillosas (crecientes desde la década de 1970 y cada
gobierno no ha hecho más que profundizar la insustentabilidad) que dependen de
ingentes recursos que penden de un hilo muy delgado: altos precios del producto
que representa el 95% de la generación de dólares en Venezuela, el petróleo.
TRES. El modelo de
participación política colapsó. El Estado, contrario a lo establecido en
nuestra actual Constitución Nacional, volvió a corporativizar y direccionar la
participación política a través de una férrea maquinaria partidista pero, aún
negándolo, no logra dar con el verdadero modelo de participación política, al
menos el prometido en la carta magna de 1999.
El cierre de la década
de 1980 y algunos años sucesivos, se caracteriza en parte por el mayor
desprestigio de los partidos políticos y por el enorme avance de los grupos de
base en todos los campos (ecología, enfoque de género, cooperativismo y un
largo etcétera). El rechazo a los partidos superaba el 90% en muchas encuestas
nacionales. Por vez primera en unas elecciones presidenciales (diciembre 1993)
no llegan a la final el bipartidismo hegemónico. En segundo lugar llega una
novedosa propuesta de centro izquierda (La Causa Radical, o "Causa
R") y en primer lugar llega un viejo caudillo demócrata cristiano en apariencia
reinventado con nuevas alianzas de centro derecha y centro izquierda
igualmente. Cualquier candidato debía tener discursos casi de izquierda,
reinvindicacionistas, para poder al menos despertar algún interés en el
electorado. De todas formas la participación del electorado fue
considerablemente baja.
La revolución
bolivariana, desde su llegada, despertó simpatías justamente por la visión
antipartidista y de amplia participación alternativa. Hace una década, el
gobierno venezolano junto con una muy mala asesoría en materia de tendencias
universales de la participación social, fue dejando de lado a los partidos de
la alianza de izquierda y de centro izquierda, y alineó por completo la
participación política, incluyendo la de la enorme masa que jamás hemos estado
en partidos políticos, en torno a un nuevo y poderoso partido único. El partido
único aceleró y catalizó lo que muchos rechazamos en el pasado: la extrema
polarización y el bipartidismo corporativizado como escalera para acceder a un
cargo de elección popular y en muchos casos para optar a cargos dentro de la
administración pública. Concesiones, contratos, áreas de desarrollo..., se
llegó al momento en el que el monopolio del estado burgués (dueño de los medios
de producción) asfixiaba no por el socialismo (aunque muchos no lo crean) sino
por la exclusión de los factores no alineados en la toma de decisiones, en la
administración y ejecución de la economía nacional (incluyendo estadal y
local). La implosión debía suceder.
Visión 3: En un
organismo sano (digamos el cuerpo humano), no puedes alimentar un solo órgano a
costa de la penosa sobrevivencia de los demás, así sean esos otros órganos una
“minoría electoral”. La oferta electoral del comandante Hugo Chávez en 1998,
junto con la oferta constituyente en 1999, era justamente el anti partidismo,
tanto así, que la Constitución Nacional de diciembre 1999 (reimpresa en marzo
2000), vigente en 2014, establece novísimos canales para la administración de
las decisiones nacionales y el manejo de la economía. Sin embargo, el
centralismo administrativo y la maquinaria partidista única, no sólo crecieron
in extremis, sino que aplanaron las intenciones y el mandato constitucional
haciendo inviable el modelo actualmente planteado. Muy tarde el gobierno
nacional coopera por medio del Consejo Federal de Gobierno (activado década y
media después de creado), intentando regresarnos al deber ser de la
planificación nacional concertada, lo cierto es que la maquinaria partidista
única está muy por encima, incluso de la organización comunal, lo cual
implosiona y lesiona el mandato constitucional. Ya es tarde para reformas.
CUATRO. El modelo
económico colapsó. Honestamente hay que ser muy ignorante en la materia para
decir lo contrario. No puedes palear el desabastecimiento con ingentes
importaciones, porque reventarás (como viene haciéndose) a los pocos
productores que, a pesar de todo, continúan produciendo para todos. Hace días,
por ejemplo, fue aprobada una suma de dinero enorme para la importación de una
cantidad de pollos que cubrirá prácticamente toda la demanda nacional y será
colocado a muy bajos precios en los centros de distribución dispuestos por el
gobierno nacional. Con medidas como esta indudablemente incrementas la
seguridad alimentaria, pero se echa por tierra la soberanía alimentaria por
cuanto destruirás a través de una verdadera competencia desleal (al peor estilo
capitalista) a los pocos productores avícolas que se mantienen en pie en
nuestro país, incluso a los que apoyan al gobierno. Medidas así las vemos en innumerables
sectores, subsectores y rubros de nuestra economía. El Estado debe intervenir y
no dejar de hacerlo, pero no debe operar la economía. En economía y ciencia
política, "intervenir" es una cosa (diseño y monitoreo de políticas
públicas, medidas y acciones de gobierno), pero operar es otra (manejo directo
de las empresas y del circuito comercial, por ejemplo). Aquí tirios y troyanos
no atinan en ningún caso, porque la oposición no quiere que el gobierno
intervenga en la economía (o que intervenga lo menos posible) y a su vez el
gobierno, contrariamente a la doctrina verdaderamente socialista, se hace cada
vez más burgués (dueño de los medios de producción) y burocrático (ha crecido
el tamaño del Estado a niveles extraordinariamente inoperantes). El gobierno
nacional ha apostado a dar por seguro (redundo) que es mejor que él maneje
todas las empresas y circuitos comerciales, cuando digo todos, son todos los
rubros, subsectores y sectores de la economía, representados por una infinidad
de empresas públicas, desde fábrica de papel y plantaciones forestales, hasta
invernaderos para producir tomates y pimentones, junto con las cadenas de
abastos donde venderlos, pasando por puertos, aeropuertos, aduanas, hoteles,
líneas aéreas, fábricas de cemento y de yogurt, constructoras, transportistas,
tiendas de agroinsumos..., en fin, la burocracia que tanto criticamos en el
pasado, se quedó verdaderamente corta, pero ahora somos aún más improductivos,
y no hay excusa que logre justificar el estado actual de dicha improductividad.
Una enormísima parte de los medios de producción, insumos y materias primas,
están en manos del gobierno, no hay razón para que no nos autoabastezcamos en
tantos y tantos productos, es igualmente inexplicable que no exportemos tantos
rubros, como los que hasta hace pocos años llevábamos al mercado internacional
(café, tabaco, plátano, hierro y un preocupante etcétera).
Visión 4: El Estado
puede y debe intervenir en la economía, pero hasta tanto no deje de operarla,
no saldremos de la pesadilla de la improductividad. Además, las empresas del
Estado no pueden seguir manejándose con un complaciente subsidio que sigue
proviniendo de los hidrocarburos, deben ser eficientes, productivas y
rentables. Aparte, las empresas o bien son manejadas por las comunidades
organizadas que demuestren ser (altamente) competentes en la materia (Art. 184
de la Constitución Nacional) o son manejadas por concesionarios privados con un
eficiente monitoreo del Estado. La economía hace años colapsó, el modelo debe
cambiar radicalmente en este preciso momento o antes, si fuera posible.
CINCO. El modelo social
colapsó, y me referiré a tan solo a la inseguridad y el hipócrita discurso de
los derechos humanos que pareciese hecho para complacer a la comunidad
internacional y no para mantener a salvo a la población que vive o transita
dentro de Venezuela. Por otra parte, respecto a la salud, deporte, educación,
inclusión social, especialmente de los adultos mayores, no haré en este caso
mayor referencia, porque existen (aunque radicales de oposición lo nieguen)
importantes avances, muy por encima de más de la mitad de los países del
planeta Tierra. No existe país alguno que destine tanto como el 64% de su
presupuesto en inversión social, sólo en Venezuela sucede eso. Volvamos al tema
que más hace migrar venezolanos a otros países, más que las tensiones político
partidistas y las oportunidades económicas, nos referimos a la inseguridad.
Desde los años 1992-93 Venezuela dejó de tener los niveles de violencia y
criminalidad promedio de Latinoamérica, superó dicho promedio y no ha dejado de
empeorar la situación, son más de dos décadas siendo un país entre violento y
muy violento. Cinco gobiernos continuos (incluyendo los seis meses de Ramón J.
Velásquez) sin poder arreglar el problema..., abundantes recursos y excusas
cada una más torpe y cómplice que la otra. Estamos entrampados en el tema de la
modernización del sistema judicial, la atención al debido proceso y la
religiosa reverencia al tema de los derechos humanos; si en Venezuela no
agarras a un delincuente con las manos en la masa, no puedes acusarlo, tampoco
procesarlo. Es tan ridículo como inviable el proceso judicial en nuestro país,
y eso que no hemos entrado en detalle. Además, tirios y troyanos se denuncian y
empujan mutuamente en materia de derechos humanos, en tanto el hampa hace
fiesta. Son tan estúpidas ambas posturas como cebos para que sigamos en la
trampa de la inseguridad personal..., egoístas que sólo alcanzan a ver el daño
que uno le hace al otro sin percatarse que abandonan el rol consensuado y
contundentemente decidido que deben ejecutar (juntos).
Visión 5: Gobierno y
oposición se exigen mutuamente pactos de no agresión, el egoísmo no les permite
una fuerte y sólida actuación conjunta contra el hampa en Venezuela. Corruptos
tirios y corruptos troyanos se tapan mutuamente como un corolario de ese pacto
de no agresión, con ello todo un manto de impunidad drena al resto de la
sociedad y respalda al hampa común y al crimen organizado, que tienen cada vez
más cómplices dentro y en torno al Estado. Verbigracia, cada vez que es
desmantelada una banda criminal algún funcionario está asociado a ella. Peor
aún, entre tanto se siga manejando el hampa con guantes de seda, seguiremos
como estamos, con los índices tan graves y alarmantes de robos a mano armada y
muertes violentas.
SEIS. El modelo de
administración pública colapsó. Aquí no hay por quién meter la mano, me refiero
a quien defender. Me he sentado a revisar presupuestos formulados 2010, 2011,
2012, 2013, tanto de gobernaciones y alcaldías de la oposición como del
oficialismo chavista, ambos asombran en la manera de cómo buscan justificar sus
presupuestos, siguen midiendo resultados por la ejecución de recursos (gestión
presupuestaria), y no por las metas de impacto social asociado a una visión
estratégica de proyectos (gestión de políticas públicas). De igual forma le he
dedicado tiempo a revisar manuales de organización, cargos, funciones y
procedimientos de ambos (algunos ni siquiera los tiene); estructuras orgánicas
erráticas, vínculos funcionales y canales de comunicación administrativa mal
presentados en los organigramas, con razón en la práctica no hay a quién
defender, sea tirio o troyano.
Ambos desoyen una manera
más estratégica de gerenciar los recursos y los problemas públicos, se los
traga la cotidianidad de la burocracia administrativa y tratan de darnos
lecciones de sana administración mientras se esconden en la crítica al
contrario. Aparte, no sistematizan la información de manera que la hagan
monitoreable analíticamente y a su vez con métodos comunes al interés del
intercambio de información entre entes análogos. No existe una "alcaldía
modelo" o una “gobernación modelo” en Venezuela, todas insultan la
inteligencia de quienes queremos encontrar el funcionario que tiene autoridad
técnica y moral para erguirse como líder y emprender una crítica frontal al
adversario político.
Visión 6: Sea que el
Presidente Maduro persista en el cargo, o que logren removerlo y sustituirlo,
no hay garantía de éxito, habida cuenta de los antecedentes en gestión
administrativa de unos y otros. La administración de unos ha sido un desorden y
un desastre, pero la administración de otros no ha sido mejor. Creo que este
punto debe ser objetivamente evaluado por los fanáticos feligreses que rinden
culto a ambas opciones de gestión, insustentables. Hasta tanto no se aborde con
seriedad el tema de la modernización de la administración pública (gestión
pública) la pesadilla continuará, así creas que la has cambiado al sustituir
una burocracia infuncional por otra.
SIETE. Antes de este
gobierno se regalaba el petróleo, en este gobierno se regala el petróleo y en
el gobierno que venga se regalará el petróleo también. La más grotesca,
tramposa e hipócrita crítica y a la vez oferta electoral que hacen los
adversarios políticos, es que el otro regala o regalará el petróleo y el que
emite la crítica dice no hacerlo o que no lo hará. Hay que tener media neurona
en el cerebro para creer que, luego de ser apoyada abiertamente por los EE.UU.,
la oposición al tomar el poder, seguirá vendiéndole el petróleo a los EE.UU. a
100 USD por barril; es obvio que el coloso consumista mundial presionará por
volver a tener un barril de petróleo a $40, $30, $20 y si pudiese a $10 mejor
aún. Recordemos que el Presidente Chávez lo recibió (me refiero al inicio de su
gobierno) a poco más de $7 por barril (ni siquiera ocho dólares por barril). Por
su parte, el gobierno sabe que el petróleo es su principal herramienta de
dominio en el escenario electoral interno y en el concierto de las relaciones
internacionales, pero la era de los inmensos subsidios llega a su fin. Los
subsidios generalizados en el mercado interno forman parte de la mayor
distorsión en la economía nacional. A su vez, cambiar el petróleo por
tractores, semillas o vacas en el concierto internacional, llega al punto de
afianzar la iliquidez, agravada con el hecho por el cual la venta de petróleo a
diversas naciones (ejemplo PetroCaribe) es a precios irrisorios, pagadero con
una inicial del 50% y el restante 50% pagadero en décadas (décadas, como usted
lo está leyendo).
Visión 7: Ambas maneras
de comercializar nuestro petróleo son inviables. Ambas posturas políticamente
antagónicas mienten. Adversarios políticos se acusan mutuamente de regalar o
que regalarán el petróleo, ambos nuevamente insultan nuestra inteligencia. Tal
vez la postura más peligrosa sea fijar el precio de venta a precios tan bajos
como 10 a 40 USD por barril y, con ello, dejar de hacer las importantes
inversiones sociales que se hacen en Venezuela. Hay que tener cuidado con esto.
OCHO. Disentir en algo
te hace un enemigo, si es posible, a muerte. Hemos llegado al extremo de la
aberración política en Venezuela, no puedes reconocer públicamente que el
gobierno tiene importantes logros porque te etiquetan de cómplice del régimen
y, con ello, una larga lista de epítetos que tienen que ver incluso con el
color de piel. Te dedicas diez minutos a pasearte por las redes sociales y
verás sin hurgar mucho, que inmediatamente una crítica objetiva al gobierno
deriva en una serie de comentarios hirientes relacionados con la condición
social y racial, con toda razón mucha gente, aún cuando les preocupa las
evidentes torpezas del gobierno, les preocupa mucho más saber que parte
considerable de la oposición, de llegar al poder, les volverá a invisibilizar
como sucedió en el lapso que fue desde 1498 a 1998, medio milenio exactamente. Por
otra parte, no puedes hacerle críticas abiertas y necesarias al gobierno porque
resultas en un burgués, oligarca, pitiyanqui, apátrida, fascista y asesino de
la democracia. Esto es el colmo de la aberración, rasgos evidentemente
fascistas. Pero, si tomamos al menos dos o tres de los principales rasgos que
caracterizan al fascismo, ambas posturas (gobierno y oposición), son
ampliamente fascistas. Aquí no hay por quien meter la mano, quiero decir
defender, ambos te etiquetan, te execran y, si pudiesen, te crucifican.
Visión 8: En cuanto a
insultos, desde sorna o burlas, hasta descalificativos de marca mayor, el colmo
de la bajeza humana se expresa generosamente en ambos bandos, tirios y troyanos
no saldrán del fango de la crisis, hasta tanto no depongan tan vil actitud. No
existe posibilidad de diálogo con tal actitud.
NUEVE. Trancar el
tránsito, cerrar calles y avenidas, parecía un derecho exclusivo de un sector
de la sociedad y, cuando el otro lo hace se ruboriza el Estado. Fuera de los
gravísimos hechos delictivos derivados del irresponsable llamado a protestas
violentas (lo evidencias en las redes a diario), con un saldo de dos decenas de
muertes directas, más de cincuenta indirectas, casi trescientos lesionados de
gravedad, todo derivado de las protestas de calle acaecidas desde el 12F (hasta
el 28F, momento de este escrito), voy a explicar cómo se le volteó la sartén al
gobierno y ahora no halla la manera de recuperar el control. Por más de década
y media, los venezolanos tuvimos que acostumbrarnos a continuas trancas en
calles y avenidas, carreteras y autopistas principales. Esa fue la manera de
cómo barriadas populares han protestado (y protestan) cuando no les llega algún
programa o recursos del gobierno, incluso cada vez que cae muerto un venezolano
víctima del hampa en las barriadas populares y zonas rurales, igualmente se
protesta de esta manera. Gremios profesionales de toda índoles también lo hacen
(más hacia el casco central de las ciudades) exigiendo reivindicaciones
salariales. Marchas conmemorativas de todo tipo convocadas por el gobierno y,
en algunos casos, sin mayor planificación, se han hecho con altísima frecuencia
en todas las ciudades del país. El gobierno y los adeptos del mismo, por vez
primera se enfrentan a la realidad contraria: la oposición también toma las
calles y tranca autopistas y avenidas.
Visión 9: la oposición
descubrió la calle y ahora sí duelen al gobierno nacional las personas que
fallecieron por no llegar a tiempo a un hospital a causa de las trancas de vías
públicas…, las cosechas de hortalizas que no pudieron llegar a los mercados,
por tanto perdidas, ahora sí son visibilizadas. Un derecho constitucional no
puede exigirse o ejercerse en detrimento de otro derecho constitucional; tirios
y troyanos se entramparon, ahora con cierta paridad irracional. Hasta tanto
este tema no sea resuelto y, la sociedad política venezolana no acuerde otras
formas más viables de protestar, el país seguirá entre paralizado y medio
paralizado, a veces por voluntad de tirios y otras por actuaciones de troyanos.
DIEZ. Las conferencias
de paz convocadas por el gobierno prosperarán si sabemos diferenciar quién es
quién. Más que nunca, la frase “Nicolás no es Chávez” tiene vigencia para
explicar este punto. Maduro no es formado para la guerra, aunque haga esfuerzos
por hacerse ver con carácter muy fuerte. Por el lado de la oposición igual
existen personas con muy buena capacidad para dialogar y concertar una salida
viable. La violencia está identificada y hay que saber trascender a ella. Por
más que la publicidad viral a través de las redes nos hagan ver que Diosdado es
el líder del chavismo (o quien lo maneja tras bastidores), o que Leopoldo es el
líder de la oposición, el consciente colectivo sabe que nada está más lejos de
la realidad. Nadie quiere líderes violentos o que llamen a la violencia (el
férreo control de un enorme partido único -con el enorme poder que sabemos que
tiene-, es una forma de violencia). Los puentes en el diálogo se sustentan en
otro tipo de actores y los venezolanos lo sabemos. La emocionalidad nos ha
conducido estos días, cuando logres salirte un poco de ella verás con mayor
reflexión lo que aquí planteo.
Visión 10: Diosdado no
es el chavismo, así como Leopoldo no es la oposición. Ambos representan el
extremo que se repele, los que no sustentan el diálogo. Pido al universo por su
rectificación e incorporación inmediata a otro estilo de liderazgo, más
responsable. Líderes más responsables (viejos y jóvenes) están emergiendo y han
sido capaces de tender los lazos en tiempo récord, no los pierdas de vista.
ONCE. Las conferencias
de paz convocadas por el gobierno fracasarán si se canalizan las demandas tal
como se han hecho en todas las convocatorias anteriores para dialogar con la
oposición y con los actores de la economía privada nacional. Hasta ahora, las
anteriores convocatorias han fracasado, hay que ser de piedra para creer lo
contrario. Quien no tenga el beneplácito de algún importante actor del gobierno
y del poderoso partido único, se las verá ciertamente difícil al tratar de sobrevivir
por medio de su actividad empresarial. De igual forma, quien no esté
fuertemente apadrinado no avanzará como opción electoral, así sea en el espacio
más local o municipal. Aquí subyace parte de la verdadera razón que deriva en
decenas de otros problemas. No sólo se trata de si apoyas o no las medidas de
gobierno y el Plan de la Patria, se trata de quién eres y con quién estás. No
obstante, la oposición plantea algunas condiciones básicas para poder dialogar,
que son honestamente inviables, como sugerir la renuncia del presidente, así
como no juzgar ni apresar a los actores de oposición que han cometido delitos,
pero eso sí, juzgar y apresar a los funcionarios que sí los han cometido.
¿Quién entiende esto?..., la oposición venezolana tiene suficientes
intelectuales e importantes gerentes públicos y privados como para seguir
cometiendo las mismas torpezas que le aíslan de la aceptación nacional. Ni
hablar de las torpezas del gobierno, que busca resolver a realazos y a través
de medidas efectistas los problemas coyunturales que ya se volvieron
estructurales.
Visión 11: Las
conferencias de paz y comisiones de la verdad, sólo prosperarán en la medida
que no se sistematicen y canalicen las exigencias desde la óptica metodológica
de tirios o la óptica de troyanos, debe desarrollarse una tercera metodología
que asegure un acuerdo conciliador. El primer paso ha debido ser (aún estamos a
tiempo) definir la metodología para exponer, validar y ejecutar los acuerdos,
nos referimos al método de cómo convertir exigencias en acuerdos y que estos se
cumplan. Caso contrario, no veo sino una decepción generalizada, que
desencadenará actos de calle (esta vez sin retroceso alguno).
DOCE. El gobierno no es
el Estado, es el administrador del Estado, que es algo muy distinto. No es un
juego de palabras, es tal vez el mayor de los problemas en el país. El gobierno
no puede estar por encima de la Constitución, menos elaborar y decretar planes
que lo estén. Estoy exponiendo dos ideas: una, el gobierno debe limitarse a
administrar el Estado y dos, para cambiar el Estado, el gobierno debe convocar
los referenda que sean necesarios para hacer las consultas sobre cambios en la
hoja de ruta a la cual nos debemos todos los venezolanos y todos las personas y
empresas que en este país hagan vida. Este es, posiblemente, el tema central
más sensible para la convivencia de la sociedad política en Venezuela.
Visión 12: La hoja de
ruta tanto para el diálogo como para la integración activa de los actores
políticos, es la Constitución Nacional, tirios y troyanos la desconocen (unos
más que otros) y ambos dicen defenderla. Los atajos temerarios que practica el
gobierno nacional para ejecutar medidas no enmarcadas dentro de la
Constitución, han traído considerables percances a la salud sociopolítica y
económica del país. Pero los atajos temerarios que ha llevado a cabo la
oposición para acceder al poder o para desconocer al gobierno nacional, son aún
más agresivos y perniciosos para el país. Tenemos mucho que conversar pero,
antes de un cambio tan radical como un derrocamiento (inconstitucional) debemos
someternos al diálogo franco sobre ciertos problemas que subyacen tras la
aparente confrontación político ideológica que vive Venezuela. Digo que es
aparente, porque el verdadero problema es la crisis de partidos asociada a la
pugna entre grupos de poder económico, que se ha vuelto cíclico en nuestro
país. El desempate lo darán las bases sociales cuando despierten, se revelen a
la manipulación de tirios y troyanos, y asuman el verdadero espacio que les
corresponde por Constitución y la ley. Entre tanto, no me hablen más de
“líderes políticos” porque eso, por ahora, no existe en Venezuela.
Samuel Scarpato Mejuto;
Es profesor e
investigador universitario, formado en pre y postgrado en administración,
economía social, gestión ambiental, gerencia educacional, ciencia política y
políticas públicas.