jueves, 12 de noviembre de 2015

Tecnologia & Salud

 Meditación Mindfulness

Deja ir el Estrés y la Ansiedad.

“Una vez le preguntaron Buda “¿qué has ganado con la meditación?” y él respondió: “Nada! Pero déjame decirte que he perdido: odio, ansiedad, depresión, inseguridad, miedo al envejecimiento y la muerte”
 Somos personas altamente motivadas hacia la consecución o la obtención de metas, día a día llenamos nuestras agendas de tareas por hacer y cosas por conseguir. Al final de la semana o al final del mes nos recompensamos (u otros nos recompensan) por haber o no logrado lo que conseguimos. Sin embargo, ¿Cuántas veces te has visto sin poder conseguir lo que buscas a pesar del esfuerzo? ¿Por qué crees que a pesar de haber hecho todo lo que podías no llegaste a donde ibas?
Es una de las grandes paradojas de la vida el que a veces para lograr algo que queremos debemos desapegarnos de nuestro deseo y desesperación por alcanzarlo. Esta es una de las habilidades que se desarrolla a través de la meditación y por lo cual lo incluimos en este programa de crecimiento personal. El practicar la meditación por lo menos 15 minutos al día es el noveno paso en este recorrido de 30 días hacía tu armonía y tu crecimiento Espiritual. Hablaremos de la Meditación Mindfulness, sus beneficios y como practicarlas apropiadamente. Comencemos. 
“Tenemos una tendencia a ver lo corriente como una donación y nos olvidamos de lo poco corriente que es lo corriente”
Las rutinas diarias y la constante lluvia de tareas llevan a la mente a buscar una forma de ahorrar energía y administrarse para rendir todo el día. Lo primero que hacemos todo es encender el “piloto automático”. Tendemos a hacer las tareas rutinarias sin pensar mucho al respecto dejando que nuestro cuerpo actúe como un robot mientras nos dedicamos entretener otras ideas en nuestra mente.
Es lo que pasa cuando tras un día duro de trabajo, manejas de vuelta a casa pensando en todo lo que pasó o todo lo que tendrás que hacer, y sin darte cuenta vas cambiando de marchas; acelerando y frenando, cruzando en las vías, sin tan siquiera pensar en lo que estás haciendo.
La meditación ha sido utilizada por miles de años por muchas religiones y culturas como una forma de encontrar la paz interior y aquietar la tan ansiosa mente. Desde monjes hasta guerreros han sido retratados sentados en posición de loto con los ojos cerrados y usando infinidad de mudras (posiciones de las manos). Pero la meditación es mucho más que eso. Se refiere al acto de centrarse en las actividades que se realizan en el momento presente y en mantener pensamientos enfocados en, sin agregar o quitar nada, contemplar lo que sucede.
La meditación mindfulness tiene sus orígenes en el budismo. Donde siguiendo su idea de que “todo ser humano busca fundamentalmente ser feliz y evitar el sufrimiento” desarrollaron técnicas donde encuentran la felicidad total en el presente y evitan el dolor por lo que ya ha pasado o la ansiedad por lo que podrá pasar.
Se ha demostrado científicamente los beneficios de mantener un programa continuo de al menos dos meses de meditación mindfulness. Se relaciona con una disminución del estrés, una sensación de mejor adaptación a los cambios, menor reactividad ante los problemas, disminución de problemas cardíacos y aumento del colesterol bueno.
La meditación Mindfulness se puede hacer en cualquier momento, no hay que precisamente sentarse en posición de loto para hacerlo. Es una actividad que sólo involucra 11 actitudes básicas que describiré a continuación:
  • No juzgar: estamos acostumbrados a esperar o desear cosas en específico. Tenemos la mente llenas de expectativas que, por supuesto, nos ayudan a prepararnos mejor para los acontecimientos que puedan suceder. Sin embargo, en algunos casos, son esas expectativas las que nos mantienen fantaseando en el futuro o recordando el pasado sin darnos cuenta que el verdadero regalo y lo único que podemos realmente disfrutar es el presente. Incluso, el tener expectativas de lo que debemos conseguir de la práctica puede realmente distraernos de los pequeños progresos que vayamos haciendo. Es por esto que la primera actitud del mindfulness es el no juzgar lo que pasa, simplemente contemplarlo. Evitar hacer juicios sobre lo que se hace permite que se aprecie mejor la realidad de la situación y respondamos mejor a las mismas.
  • Paciencia: el mantener la mente totalmente concentrada en el presente es un proceso lento de aprender. Tu mismo/a puedes distraerte un poco cada ciertas líneas que lees acá. Pero eso es normal. La segunda actitud es la paciencia. Es la capacidad de esperar a que la actividad que haces; y el esfuerzo que aportas, de sus frutos a su debido momento. Apresurarnos a alcanzarlo, o frustrarnos por la velocidad del proceso, es como abrir el capullo para liberar a la mariposa. Seguramente sólo la mataríamos.
  • Mente de Principiante: muchas de las cosas que vivimos las comparamos con las que ya hemos experimentado para así lograr tener un marco de referencia para interpretarlo mejor. Pero lo cierto es que en algunos casos, esta misma actividad, nos lleva a perder de vistas los nuevos detalles o curiosidades que puede traer el momento. La mente de principiante se refiere al hecho de “ver todo por primera vez” con una actitud de sorpresa y fascinación, justo como la de un niño, por todo lo que ve. Prueba esto la próxima vez que vayas a cocinar o a lavar. Fascínate de ver tu cocina de nuevo y los utensilios, te darás cuenta que verás cosas que no te has fijado, algún sucio acumulado o marcas en los utensilios por ejemplo.
  • Confianza: si ya has decidido meditar es porque tu intuición sabe que te llevará por buen camino. Ten la certeza, o la confianza, de que el beneficio está llegando. Agradece como que ya lo has recibido. Confía en tu voz interior por encima de cualquier cosa. Es importante de que, a pesar de que tengas un maestro o sigas ciertas filosofías o religiones, te dejes guiar por tu voz interior también. En ella se esconde una sabiduría que está más allá de la racionalización. No preguntes a otros siempre antes de actuar y hacer algo que sentiste era correcto. Toma responsabilidad por tus actos y actúa. Aún si te equivocas habrás aprendido por tu cuenta. Y si lo logras, Muy Bien Entonces!
  • No esforzarse: durante las meditaciones es importante que no trates de mover la montaña de un día para otro, si no de que reconozcas que hay un sitio al que quieres llegar y para conseguir tu meta no tienes más que SER. Ser tú mismo, ser tú en el momento, ser tú en cada actividad y pensamiento. No busques un resultado específico, busca disfrutar la experiencia!
  • Aceptar: muchas veces pasamos tanto tiempo negando y forzando las cosas hacia cierto rumbo que nos quedamos sin energía para sanar y crecer. Es por ello que mientras meditas, y mientras vives, aceptes las cosas tal y como son para que puedas adaptarte mejor. Esto no implica ser sumiso, o no tener ambición y dejar las cosas como están. Significa que contemplas las cosas sin desear que fuesen distintas o que no fuesen. Esto es lo que te permite apreciar la realidad de forma fidedigna y responder con mayor precisión.
  • Ceder: para poder subir una escalera es necesario soltar una mano para poder agarrarnos más arriba. Lo mismo sucede en la meditación, en conjunción con el aceptar las situaciones tal y como son, es importante que no nos aferremos particularmente a una ni rechacemos categóricamente otra. Si no simplemente contemplar el ir y venir de las situaciones con la intención de apreciarlas y actuar de la mejor manera. Si nos apegamos demasiado a lo que es podemos dejar pasar algo mejor. Y si nos concentramos en rechazar lo que no nos gusta probablemente estemos perdiendo energías que podríamos usar para aprovechar otras oportunidades.
  • Compromiso, Autodisciplina e Intencionalidad: toda actividad que nos vaya a llevar a un mejor lugar requiere que nos comprometamos a la consecución de nuestra intención. Por algo la intuición te ha llevado a encontrar información sobre la meditación y a sacar quince minutos de tu día para hacerlo. Pues ahora con la misma disciplina con la que despiertas para ir al trabajo o hacer tus actividades, incorpora esta actividad en tu día a día y te aseguro que verás como cambia tu vida.

Ejercicio

Aparta en tu agenda 15 minutos para meditar al día. Es importante que comiences a crear esta rutina y a entrenar tu disciplina. Si nunca lo has hecho, 15 minutos puede parecer una eternidad, pero aún así trata de que cada vez puedas durar más tiempo.
Busca una posición cómoda y un lugar donde sepas que no te van a molestar. Apaga el teléfono y pide que no te molesten. Puedes meditar de varias formas:
  • Concéntrate en la inhalación: respira naturalmente y busca concentrarte en como entra el aire por tu nariz y llena tus pulmones, exhala naturalmente, permitiéndote divagar un poco mientras lo haces. Y repite el procedimiento. Recuerda los principios de los que hemos hablado, si te encuentras distraído o inhalando sin pensarlo, simplemente vuelve tu concentración a la inhalación sin criticarte ni reprocharte. Poco a poco serán menos las distracciones.
  • Concéntrate en la respiración completa: este es un paso más avanzado. Busca concentrarte durante todo el ciclo de la respiración. Hasta los momentos de pausa entre las exhalaciones e inhalaciones son importantes.
  • Respiración abdominal: esta es una que particularmente me gusta para comenzar. Consiste en colocar tu mano derecha sobre el estomago y tu mano izquierda sobre tu corazón. Trata de respirar sin que la mano izquierda se mueva, es decir, llevando todo el aire hacia el estomago. Concéntrate en el movimiento de la mano derecha cuando inflas el estomago.
  • Respiración abdominal 2: igual que la anterior pero ahora vas a contar de la siguiente manera: inhala contando hasta 4, sostén la respiración contando hasta 12, bota el aire contando hasta 4. El concentrarte en el conteo te permitirá entrenarte en bloquear el resto de los pensamientos.

Afirmación

“Vivo con Amor y Aprovecho el momento presente con todos mis sentidos”

Via  http://amorvidayzen.com

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