Cuando creamos una empresa nos
preparamos para lo peor. Sin embargo, no solo hay que saber gestionar el
fracaso; además, hay que aprender a crecer. Llega un momento en que el
negocio empieza a dar frutos, avanza y es necesario tomar ciertas
decisiones que pueden cambiar el rumbo de la empresa para siempre. El
lado oscuro del triunfo es que de éxito también se puede morir.
Hace poco, inauguramos el año y uno de
los propósitos más repetidos entre los emprendedores es el de crecer:
aumentar los clientes, contratar a más personal, comenzar a vender en el
extranjero… Ser ambicioso y proponerse metas está bien, pero siempre y
cuando sepas cómo dar el salto, reseñó el portal El Economista.es.
¿Cuáles son los riesgos del crecimiento empresarial?
Tienes que evitar a toda costa crear tu propio cuento de La Lechera. Hay que crecer con cabeza y, para eso, el primer paso es conocer cuáles son los riesgos o inconvenientes que puede tener el hecho de maximizar tu negocio. Después tendrás que crear una estrategia de expansión, que te dé margen de maniobra para saber cómo actuar cuando llegue el momento de crecer.
Tienes que evitar a toda costa crear tu propio cuento de La Lechera. Hay que crecer con cabeza y, para eso, el primer paso es conocer cuáles son los riesgos o inconvenientes que puede tener el hecho de maximizar tu negocio. Después tendrás que crear una estrategia de expansión, que te dé margen de maniobra para saber cómo actuar cuando llegue el momento de crecer.
Estos son algunos de los errores más frecuentes en el crecimiento empresarial:
1. Tomar malas decisiones
Cuando el objetivo es crecer mucho y rápido, se acaban tomando decisiones de gran calado de una forma precipitada. Ten en cuenta que para lograr un crecimiento sostenible es necesario analizar muy bien cada movimiento y eso requiere tiempo.
Cuando el objetivo es crecer mucho y rápido, se acaban tomando decisiones de gran calado de una forma precipitada. Ten en cuenta que para lograr un crecimiento sostenible es necesario analizar muy bien cada movimiento y eso requiere tiempo.
2. Endeudarse más de la cuenta
“Para ganar dinero, hay que gastar dinero”. ¿Cuántas veces habremos oído esa expresión? En cierto modo, es correcta. Lo más probable es que necesites invertir para poder crecer. Sin embargo, tienes que llevar mucho cuidado con los riesgos que asumes y, más todavía, si eres autónomo. Recuerda que con esta forma jurídica tienes una responsabilidad ilimitada, es decir, que respondes ante las deudas con todo tu patrimonio personal. ¡No juegues a la ruleta!
“Para ganar dinero, hay que gastar dinero”. ¿Cuántas veces habremos oído esa expresión? En cierto modo, es correcta. Lo más probable es que necesites invertir para poder crecer. Sin embargo, tienes que llevar mucho cuidado con los riesgos que asumes y, más todavía, si eres autónomo. Recuerda que con esta forma jurídica tienes una responsabilidad ilimitada, es decir, que respondes ante las deudas con todo tu patrimonio personal. ¡No juegues a la ruleta!
3. Sobredimensionar el negocio
Creces, ves que la empresa funciona y quieres seguir creciendo hasta el infinito. Pero ¿y si tu modelo de negocio ha tocado techo? Muchos empresarios cometen el error de contratar a más personal del que necesitan, ampliar un espacio de trabajo que nunca completarán o comprar más productos de los que pueden llegar a vender. Si no quieres que te ocurra lo mismo, ve paso a paso.
Creces, ves que la empresa funciona y quieres seguir creciendo hasta el infinito. Pero ¿y si tu modelo de negocio ha tocado techo? Muchos empresarios cometen el error de contratar a más personal del que necesitan, ampliar un espacio de trabajo que nunca completarán o comprar más productos de los que pueden llegar a vender. Si no quieres que te ocurra lo mismo, ve paso a paso.
4. Empeorar las relaciones con los clientes
A veces, especialmente si estamos solos en el negocio, queremos ser como Juan Palomo. Sin embargo, eso de “yo me lo guiso, yo me lo como” tiene sus limitaciones. Acepta que no eres ningún superhéroe y que necesitarás repartir tus esfuerzos. Cuando toda la actividad se centra en el plan de expansión, es fácil empeorar la calidad de los productos o servicios y las relaciones personales. Fidelizar a los clientes tiene que ser una prioridad. De lo contrario, quizá logres crecer por un lado, pero mientras tanto estarás perdiendo por el otro.
A veces, especialmente si estamos solos en el negocio, queremos ser como Juan Palomo. Sin embargo, eso de “yo me lo guiso, yo me lo como” tiene sus limitaciones. Acepta que no eres ningún superhéroe y que necesitarás repartir tus esfuerzos. Cuando toda la actividad se centra en el plan de expansión, es fácil empeorar la calidad de los productos o servicios y las relaciones personales. Fidelizar a los clientes tiene que ser una prioridad. De lo contrario, quizá logres crecer por un lado, pero mientras tanto estarás perdiendo por el otro.
5. Contratar a las personas equivocadas
El capital humano es lo más importante en una empresa. El problema es que las prisas pueden llevarte a descuidar este aspecto. Una solución, si necesitas a alguien rápidamente, es comenzar con un contrato temporal o incluso con una colaboración externa que te permita evaluar la calidad del trabajador.
El capital humano es lo más importante en una empresa. El problema es que las prisas pueden llevarte a descuidar este aspecto. Una solución, si necesitas a alguien rápidamente, es comenzar con un contrato temporal o incluso con una colaboración externa que te permita evaluar la calidad del trabajador.
6. Gestionar la logística de forma inoperativa
Esta es una dificultad frecuente, sobre todo cuando se trata de negocios que venden productos, en lugar de servicios. Un pequeño error en la cadena de suministro puede tener consecuencias muy graves como el exceso o la falta de stock, la pérdida de ingresos, el desperdicio de productos, etc. En este sentido, lo más aconsejable es aumentar el negocio de forma progresiva y no subestimar este tipo de tareas. El crecimiento exige aumentar los medios destinados a la gestión de la cadena de suministro, desde el personal hasta los recursos tecnológicos.
Via bancaynegocios.com
Esta es una dificultad frecuente, sobre todo cuando se trata de negocios que venden productos, en lugar de servicios. Un pequeño error en la cadena de suministro puede tener consecuencias muy graves como el exceso o la falta de stock, la pérdida de ingresos, el desperdicio de productos, etc. En este sentido, lo más aconsejable es aumentar el negocio de forma progresiva y no subestimar este tipo de tareas. El crecimiento exige aumentar los medios destinados a la gestión de la cadena de suministro, desde el personal hasta los recursos tecnológicos.
Via bancaynegocios.com
Por Equipo Editor Tribuna Gerencial
No hay comentarios:
Publicar un comentario