jueves, 30 de noviembre de 2017

Tecnologia & Negocios





 Aseguran que "la consultoría estratégica eleva la probabilidad de sobrevivir a la crisis”



El CEO Founder de Kairos Consulting recomendó a las organizaciones que planifiquen y midan sus acciones



De cada 10 empresas que se crean en Venezuela solo una está operando después de tres años y medio de fundada, según un reciente estudio del Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa). Especialistas en consultoría estratégica señalan que la tasa de fracasos de emprendimientos en el país se sitúa aproximadamente en 98,5 %.

Ante esta realidad, la planificación estratégica se convierte en una herramienta esencial que facilita a las organizaciones elevar sus probabilidades de sobrevivir a la crisis actual y minimizan que formen parte de tales estadísticas. Este es el planteamiento de Héctor Benavente, consultor estratégico con más de 10 años de experiencia en España, Inglaterra y Venezuela, entre otros países.

“La consultoría estratégica permite a una empresa saber dónde está, hacia dónde va y cómo logrará superar la crisis y tener éxito. Esta herramienta ayuda a disminuir la vulnerabilidad sobre el entorno, optimiza el uso de los recursos y alinea todas las áreas de la empresa con los objetivos que se establece”, indica Benavente en nota de prensa.

El empresario y consultor estratégico, con un extensa trayectoria en el manejo y creación de empresas en diversos sectores como la tecnología, los servicios, el comercio exterior, IT y hostelería, agrega que este instrumento facilita a la organización cumplir con sus objetivos y manejar sus indicadores claves, los cuales reflejarán la gestión de la empresa e indicarán si va por buen camino o si requiere de algún correctivo.

Planificar y medir
Para nadie es un secreto la coyuntura económica presente en Venezuela; por ello Benavente aconseja a las organizaciones a que planifiquen y midan sus acciones, aspectos cruciales para ajustarse al mercado actual.

“Debemos preparar escenarios, tener un plan de ruta para cada uno de ellos, elaborar un plan estratégico claro, realizar revisiones continuas y tomar medidas necesarias de forma rápida si fuera necesario. Sentarse a esperar es la peor forma de enfrentar las crisis”, recalca el CEO Founder de Kairos Consulting, organización dedicada al asesoramiento de empresas en diversos sectores, como consultoría en el manejo y creación de nuevas empresas, desarrollo e implementación de planes estratégicos, mejora de resultados, soluciones de restructuración y crecimiento e internalización de empresas.

El experto señaló que a veces es necesario que una empresa reduzca sus operaciones, disminuya costos fijos y reduzca su plantilla para poder sobrevivir. “Hay que trabajar en cada área: Finanzas, Mercadeo, RRHH, Operaciones, entre otras. Si no se tienen alineadas todas las áreas puede ser difícil sobrevivir a una crisis como la actual”, insiste.

Esperar lo peor y prepararse
Según el criterio de Benavente, muchas empresas venezolanas han hecho una gran labor sobreviviendo a la coyuntura actual, pero muchas de ellas no quieren aceptar que están en una condición crítica.

“Mi consejo para las organizaciones es que hay que dejar la idea de que este mal momento es algo pasajero; puede que quede al menos un año de condiciones peores de las que se han tenido hasta ahora. Por eso hay que preparar a las organizaciones para una realidad como es que en cuestión de semanas la situación tenderá a ponerse peor; de ahí que la planificación estratégica tome un rol esencial”, sostiene.

El especialista precisa que nunca es fácil trabajar en crisis e incertidumbre y “es difícil hacerlas aliadas, pero al lograr disminuirlas y adaptarse a ellas se puede tener una ventaja sobre la competencia. Esto se logra elaborando escenarios, adelantándose a los acontecimientos, teniendo una rápida velocidad de respuesta y gran capacidad de adaptación. Las viejas fórmulas no sirven”, explica.

Al no servir las viejas maneras para sobrellevar la actual situación, Benavente enumera algunos consejos para que las organizaciones “surfeen” las crisis:

- Aprender de países que han pasado por situaciones parecidas puede ayudar a proyectar y disminuir la incertidumbre.

- Adaptarse al mercado, eso significa entender bien a los clientes y la dinámica del entorno.

- Tener disposición a la flexibilidad.

- Disminuir los gastos fijos, por lo que el outsorcing es una herramienta útil.

- Evitar tener bolívares acumulados, por el contrario, comprar moneda dura, hacer inversiones necesarias para mantener la operación y adquirir insumos necesarios de antemano. 

- Conocer al cliente, las necesidades de la gente, costumbres de compras y en qué emplean su dinero. 

- Tener un consultor estratégico significa poseer un gran aliado para una empresa. Este profesional debe contar con experiencia nacional e internacional, ser empático con su cliente y saber identificar las causas de los problemas.

En conclusión, para Benavente la recomendación en momentos como el actual es no ser muy ambicioso en el corto y mediano plazo y tener un plan claro que permita alcanzar los objetivos.

“Lo ideal en este momento es contar con una estrategia que permita superar esta coyuntura y preparar a la organización para un futuro mejor, porque si llegan mejores condiciones económicas y no estamos preparados la ola nos puede pasar por encima, ya que habríamos aguantado lo peor para perdernos lo mejor”, concluye Benavente.
elmundo.com.ve
Por equipo  Editor Tribuna Gerencial

lunes, 27 de noviembre de 2017

Tecnloga & Negocios





Que no es buena idea mezclar negocios y amistad es vox populi: no pocos amigos del alma han terminado sentados frente a frente en los tribunales tras embarcarse en un negocio juntos (Mark Zuckerberg y Eduardo Saverin, como muestra la película La red social). Sin embargo, la realidad es que las buenas ideas y la complicidad no surgen con completos desconocidos sino con personas cercanas a nosotros, por lo que no es extraño que a la hora de emprender decidamos hacerlo con un buen amigo en el que confiamos. Para evitar que el todo lo bueno que los une se convierta en una bomba de tiempo al entrar en juego los negocios no debes perder de vista estas ocho claves.

1. Ser realistas y dejar claro desde el principio cómo se resolverán las futuras controversias. No es recomendable embarcarse en un negocio con un amigo pensando que nunca van a discutir y todo va a ir sobre ruedas. Habrá problemas, muchos problemas, y es mejor que desde el minuto uno decidan cómo los afrontarán: si contarán con un árbitro, si las decisiones sólo se tomarán por unanimidad o de qué forma se disolverá la sociedad de ser necesario.

2. Establecer límites. Es importante que desde los inicios quede claro qué límites se pueden traspasar y cuáles no en lo concerniente a la amistad. Lo ideal sería que ese límite fuese la misma puerta de la oficina: traten de que una discusión de negocios no se extrapole a la relación personal tras la hora de cierre.

3. Ser brutalmente honestos el uno con el otro. La única forma de mantener sana tanto la amistad como la empresa común es no dejar espacio para medias verdades: dejen a un lado las frases halagadoras y las omisiones para no dañar al otro y sean sinceros; es la mejor forma de lealtad.

4. No confiar demasiado en la autorregulación en el día a día. El hecho de que tu socio sea tu amigo puede llevar a que, en base a esa confianza, se tomen decisiones rutinarias o se repartan tareas sin consultar al otro en todo momento, sin atender a reglas fijas. Sin embargo, es importante establecer claramente áreas de responsabilidad y pautas de trabajo para evitar futuros conflictos.

5. Ante todo, respeto. Que tu socio sea amigo tuyo no implica que puedas dirigirte a él como lo harías en una acalorada discusión sobre fútbol. En sus comunicaciones debe primar el respeto y la profesionalidad, especialmente en momentos difíciles.

6. Seguir compartiendo el tiempo libre y haciendo las cosas que les encantaban cuando la empresa aún no existía. Salir a tomar una copa con más amigos, planear un viaje, hacer deporte juntos… ¿La única regla? Ni nombrar el negocio.

7. Que las conversaciones profesionales no se conviertan en afrentas personales. El arte de no mezclar amistad y negocios es tan importante en uno como en otro sentido: ni pueden utilizar el tiempo juntos para hablar solamente del trabajo ni deben dejar que las discusiones profesionales se empañen de tintes personales, involucrando los sentimientos.

8. Revisar regularmente el plan y visión de cada socio. Indudablemente cuando decidieron emprender juntos compartían ilusiones y expectativas de futuro. Sin embargo, con el tiempo la visión de cada uno puede variar, por lo que fijar una reunión anual para revisar el rumbo quieren llevar evitará malentendidos y volverá a ponerlos a ambos en la misma onda.

Via  bancanegocios.com

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