miércoles, 21 de septiembre de 2016

Tecnologia & Deportes

"Papi no me pidas resultado por favor" La presión familiar en jóvenes atletas.
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Por Hernán E. Janszen

“Vamos hijo!” “Tú eres la mejor mi amor” “No te dejes, no te dejes” “No puedes perder con ella” “¿cómo vas a perder con él?” Estos son algunos de los gritos y comentarios que se escuchan en una competencia de categorías menores. La emoción de ver a su hijo/a brillar acelera el corazón tanto como si fueses tú quien está compitiendo. Quieres ayudarlos y alentarlos de toda forma posible. Ante la victoria celebras, pero ante la derrota llega la frustración y a veces el enojo. En el mejor de los casos, tratas de ocultar tu emoción con un “muy bien, no te preocupes” pero el rostro dice otra cosa distinta. En otros casos, llegan descargas contra las malas decisiones del árbitro, la poca atención del entrenador o su método de entrenamiento, e incluso contra el/la pobre niño/a que ya se prepara para ir a jugar con sus amigos/as.


El apoyo familiar está considerado por los psicólogos deportivos como una de las bases para darle al atleta una correcta estabilidad emocional que le permita rendir al máximo en competencia. Sólo el entrenador y el apoyo psicológico están en este mismo rubro. Sin embargo, no siempre dicho apoyo suma, dependiendo de cómo se maneja podría tener un efecto negativo o positivo. En este artículo hablaremos sobre cómo los jóvenes absorben tus mensajes de apoyo y cómo un enfoque incorrecto del deporte puede llevar a que se queme o retire antes de tiempo.

La forma de apoyo y los mensajes de aliento.

Como atleta olímpico, viví en carne propia muchos momentos con mis padres. Ellos estuvieron allí junto a mí en diferentes momentos de mi desarrollo hasta que fue hora de dejarme ir y competir por mi cuenta. Tuve momentos donde sentí la presión por darles el resultado que querían, otros donde su abrazo post-competencia fue poderoso y amoroso (y no recuerdo ni siquiera el resultado, simplemente el orgullo que me transmitían). Tuve momentos donde lloramos juntos una victoria, como cuando gané el preolímpico en el 2012, o momentos donde no quería hablar de la competencia para no escuchar “¿Pero y qué te pasó?”. Al final, todo sumó para mi desarrollo y por eso estoy agradecido.

Bien sea que tu hijo esté iniciándose, o ya se perfile como un prospecto dentro de su club, estado, a nivel nacional o internacional, una de las cosas que aprendí de mis padres, mis primeros entrenadores y más recientemente psicólogos deportivos reconocidos, es que el deporte es una herramienta para el Desarrollo Personal. Es importante que los valores de compañerismo, sacrificio, organización, respeto, disciplina, trabajo en equipo y trabajo duro (por mencionar algunos) prevalezcan por encima de la búsqueda de medalla o resultado.

Para ello es importante, que para ti como padre o madre estos valores sean también la razón principal por la que apoyas la carrera deportiva de tu hijo/a. Todos tenemos las llamadas neuronas espejo, que son aquellas encargadas de copiar y repetir actitudes de otras personas, especialmente los padres. Los niños son altamente perceptivos, cuando tienes una actitud de odio ante un entrenador o árbitro, él aprenderá eso de ti y lo copiará. Y claro, cómo no ha de copiarlo si una de sus mayores fuentes de aprendizaje eres tú como padre o madre.

El mensaje que le transmites debe ser coherente con la forma en la que lo expresas y, más importante aún, con lo que piensas al respecto. Es decir, si después de leer esto para no presionarlo le vas a decir “ve y disfruta” pero por dentro lo que quieres es que gane y “destruya” a sus adversarios, tu expresión facial o gestos serán distintos  y eso el niño inconscientemente lo percibirá, incluso con más fuerza que lo que salió de tu boca. Por eso, para ti los valores del deporte deben ser más importantes que la victoria, sólo así le podrás transmitir realmente el mensaje.

Tu apoyo puede “quemar” a tu hijo ¿Sabías?. Síndrome Burnout en Atletas

El burnout o agotamiento psicológico es un síndrome definido como una reacción ante el estrés competitivo que lleva a un agotamiento emocional, actitud impersonal ante los miembros del entorno deportivo y disminución del rendimiento.

Es decir, son situaciones donde el estrés continuo durante los entrenamientos o competencias lleva al atleta a sentirse con pocas ganas de hacer deporte, tiende a aislarse de sus compañeros/as, la comunicación con su entrenador o padres se entorpece y su rendimiento deportivo baja en momentos poco comunes de la temporada.

Las investigaciones realizadas indican que aproximadamente el 7% de atletas llega a sufrir del síndrome, el cual puede llevarlos al retiro prematuro como vía de escape (algunas veces recomendado por los psicólogos para salvaguardar su salud mental). Aún peor, el 30% de los atletas presenta una de las reacciones antes mencionadas: agotamiento, aislamiento o disminución de rendimiento.

En 1992, el sociólogo deportivo Jay Coakley propuso que una de las razones de burnout en jóvenes atletas era el enfoque unidimensional hacia la victoria que se le imponía al atleta, dejando de lado otros aspectos como: la vida social, su desarrollo como persona, el disfrute intrínseco de la actividad o su libertad para elegir qué otras cosas hacer. Esta teoría sigue siendo apoyada actualmente.

El agotamiento psicológico impide que el atleta rinda apropiadamente, por más gritos o palabras de aliento que se le den simplemente no tendrá la disposición física o psicológica adecuada. Sus recursos han sido agotados por la presión continua que ha sentido.

Es importante que esto sea tomado en cuenta por ti como padre y por el entorno que le ayuda. Más apoyo o más gritos no se traducen en más resultados. Muchas veces incluso, más entrenamiento tampoco (“es que necesita un preparador físico, más clases personales y un psicólogo”). A veces lo que necesita es que se le recuerde porque empezó el deporte en un principio: para divertirse, para conocer amigos, para aprender sobre la disciplina. Más adelante habrá tiempo para trabajar por grandes metas y logros, pero si desde la base se enseña a perseguir la medalla, cuando crezca, las presiones se incrementen y haya más cosas en juego, necesitará tener en su caja de herramientas cosas que pueda usar para: entrenar profesionalmente mientras disfruta como cuando era niño.

Ten presente algo

“Tu apoyo como padre o madre será lo que más recuerde al final de su carrera. ¿Cómo quieres que lo recuerde? ¿Como algo que lo ayudó a crecer o como algo que lo obligó?”

Naomi Soazo, Medallisa Paralímpica de Río 2016, abraza a su padre y entrenador tras ganar el combate por el 3er lugar. 

Hernán E Janszen, Coach Deportivo y Asesor de Vida residente en Madrid. Atleta Olímpico de Londres 2012 y múltiple medallista Internacional, es el escritor del ebook “Guía práctica hacia la armonía” y se dedica a ayudar a las personas a encontrar y utilizar su potencial interno para poder avanzar hacia las metas que se propongan en el deporte y la vida. A través de sus escritos y consultas busca llegar a la esencia de cada persona para despertar el potencial innato de cada persona. Puedes conocer más sobre Hernán aquí o descargar su libro en www.casadellibro.com.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Tecnologia & Negocios

Ni fama ni caer bien

 Marca Personal es prestigio


La marca personal o el personal branding son conceptos muy en boga hoy en día. Cada vez más profesionales apuestan, ya sea por necesidad o convicción, por desarrollar su marca personal. Celebro que cada vez más personas se den cuenta de lo importante que es cuidar con esmero su propia marca personal. Porque, aunque parece un concepto muy actual, existe desde hace muchos años. De hecho, el propio Miguel de Cervantes en su magnífica obra “El Quijote” ya resumía perfectamente este concepto “Más vale el buen nombre que las muchas riquezas”.

¿Marca personal es fama?

Pero hoy en día, muchas personas confunden la marca personal con la fama. Y no es lo mismo. Gestionar tu marca personal no va de hacerte famoso o muy conocido. Evidentemente te puede ayudar, pero no debes confundir marca personal con fama. Como dice uno de los gurús del personal brandingPeter Montoya, “gestionar tu marca personal no es hacerte famoso, sino hacerte selectivamente famoso”. Es decir, no se trata de que te conozca mucha gente, sino realmente aquellos que te interesan, tu público objetivo. Me parece que muchos profesionales intentan coger fama y llevar su mensaje a muchas personas. Se preocupan más por la cantidad (de impactos, de seguidores…) que por la calidad. Cuando pienso que debería ser justo al revés.

¿Marca personal es simpatía?

Y marca personal tampoco es caer bien. Aunque también puede ayudarte. No se trata de intentar ser simpático, ni intentar agradar a todo el mundo. Ya lo decía Bill Cosby “No conozco la clave del éxito, pero la del fracaso es querer gustar a todo el mundo”. Elpersonal branding no es caer bien, ni mucho menos gustar a todo el mundo. De hecho, existen muchas marcas personales muy potentes que suelen caer bastante mal (Mourinho, Risto Mejide, Lady Gaga…). Porque como decía Frank Sinatra “para tener éxito necesitas muchos amigos pero para tener mucho éxito necesitas muchos enemigos”.

La fuerza del prestigio

Pienso que, sin ninguna duda, el aspecto más importante en la marca personal es el prestigio. Marca Personal es prestigio. Gestionar bien tu marca personal no va de ser famoso ni de caer bien. Sino de convertirte en una persona o profesional de prestigio. Es decir, alguien con una gran reputación, que no es más que una combinación de respeto y confianza. Y es aquí donde deberías centrar todos tus esfuerzos. Intenta conseguir que tu público objetivo te respete y pueda confiar en ti, tanto a nivel personal como profesional. Que cuando necesiten un profesional te conviertas no solo en su opción preferente sino en la opción elegida, aunque no seas tan famoso, aunque no les caigas bien, aunque seas la opción más cara. Debes conseguir que valoren tu prestigio y que sepan que eres un profesional de confianza.

Sin acción no hay nada

Pero atención: no pienses que el prestigio se obtiene sólo con palabras o con ideas. Muchas personas creen (a mi entender erróneamente) que el prestigio se gana comunicando y cogiendo fama. No digo que comunicar no ayude, pero el prestigio se gana con tus hechos, con las acciones que haces y sobre todo por cómo lo haces, qué valores sigues y de qué forma ejerces tu profesionalidad. Y recuerda, puede costar toda una vida conseguir prestigio y lo puedes perder en cualquier momento si no actúas como debes.
En definitiva, intenta conseguir ser un profesional de prestigio muy por encima de tener fama o de caer bien. Porque Marca Personal es prestigio, y el prestigio es la esencia de la marca personal

por @xaviroca1


domingo, 11 de septiembre de 2016

Tecnologia & Negocios

Las 4 Cualidades del emprendedor exitoso



EMPRENDER CON EXITO 


Aunque nos planificamos para poder cumplir con nuestras tareas diarias y paulatinamente con nuestros objetivos, es imprescindible tener en cuenta en esa planificación, cualidades que nos permita ser más asertivo, siempre conservando el profesionalismo y visión al logro.
Cuando tomamos la decisión de emprender una idea, nos acercamos a un campo desconocido, y más si por años has sido el empleado en alguna empresa, donde tu patrono era quien tenía la última palabra, limitando tus responsabilidades a cumplir su visión.

La primera cualidad que debes adoptar cuando decidas ser tu propio jefe es el coraje, este te permitirá encarar los diferentes escenarios que pudieras enfrentar en este nuevo camino.
El coraje te hará determinar qué será más idóneo para ejecutar tu idea y desechar lo que pudiera ralentizar tu paso.
Otra particularidad de todo emprendedor es la bondad, esta cualidad debe estar intrínsecamente ligada a todo empresario. Es lo que le permitirá ser una persona agradable ante sus empleados, y el resto de las personas.
En los negocios, aunque no se debe bajar la guardia, se debe tener presente que la bondad vende más que el oportunismo. Siempre que lleve contigo esta cualidad, podrás asumir todos los retos que te impongas ya que nada podrá quebrantar tu integridad y ética personal.
Cuando se asume un nuevo reto, los niveles emocionales suelen fluctuar de acuerdo a los resultados que se vayan obteniendo. Algunos momentos pudieran resultar más estresantes que otros por lo que es muy natural perder un poco la cordura ante las personas. La solución más viable ante esto es: La paciencia.
Cuando se tiene una visión revolucionaria, poco son las personas que logran entenderla en un primer momento, por lo que surgen los detractores que querrán echar por tierra todo lo que quieras lograr.
Si evocas a tu inteligencia, comprenderás que el camino que tomaste no es el incorrecto, siempre y cuando hayas realizado la debida planificación. Quienes difieran de ti, concédele el don de la paciencia y escucha atento sus inquietudes, muéstrate interesado por sus interrogantes y aclararlas desde tu yo más humilde.
Siempre podrás persuadir a quienes no entiendan que tu visión es la correcta.
Emprender es como practicar senderismo, tienes la decisión de hacerlo solo o en compañía, en cualquiera de los casos debes comprender que la individualidad, es otro de los elementos primordiales en esta etapa.
No se trata de aislarte del mundo, hacerte el dueño de la verdad y cercarte a toda crítica y comentario ¡No! Es hacerte notar por tu ímpetu y creatividad.
Tus ganas de hacer las cosas y hacerlas bien, se derivará en el reconocimiento de las personas, quienes verán en ti un ejemplo a seguir para ellos lograr sus objetivos. ¡Nunca te detengas!

Via planemprendedor.es

Por Equipo Editor Tribuna Gerencial











jueves, 8 de septiembre de 2016

Tecnologia & Coaching

LA GERENCIA EFECTIVA Y AFECTIVA 

En términos básicos, podemos definir la gerencia como la disciplina que se encarga de estudiar y aplicar las leyes o reglas que hacen posible la dirección eficaz de una organización empresarial. Cuando decimos eficaz, nos referimos a la capacidad de generar resultados de calidad previamente definidos.
La gerencia tradicional rinde culto a la efectividad, a la capacidad de producir los efectos deseados, definidos en el proceso de planificación en sus diferentes niveles. Sin embargo, no todas las culturas operan del mismo modo y las reglas gerenciales pueden requerir cierta adaptabilidad para encajar en algunas modalidades de comportamiento.
La sobriedad japonesa, el respeto estricto de las normas y la entrega al trabajo, con el apoyo de valores como: la colaboración, la gratitud y la humildad, dista mucho de los esquemas de funcionamiento de los empleados latinos y específicamente los empleados venezolanos.
Hace varias décadas, a mediados de los años setenta, se realizó un estudio sobre las motivaciones en más de 50 países. Se tomaron como base las motivaciones de poder, afinidad y logro propuestas por David McClelland como ejes motivacionales central en el ser humano.
En esa investigación, Venezuela figuró entre los primeros 5 países orientados al poder y entre los últimos 5 orientados al logro. Siendo que el poder es la verdadera motivación de la sociedad venezolana y que en segundo lugar se ubica la motivación de afiliación, todo proyecto gerencial, debe considerar estas variables.
Pensando en esto, diseñé un modelo de Gestión y Liderazgo que he denominado Modelo Efectivo-Afectivo que pretende unificar los requerimientos del logro concreto con las necesidades afectivas de los miembros de la organización.
En el lado efectivo del modelo, figuran los factores que pueden llevar a un gerente a lograr sus metas: definir objetivos, planificar estrategias, ejecutar tareas, medir resultados, realizar ajustes sobre la base de la necesidad y las posibilidades reales, y seguir actuando y ajustando los planes hasta lograr las metas.
En cuanto a los parámetros de la gerencia afectiva, se trata de cualidades que deben considerarse y desarrollarse, para lograr que los empleados se comprometan voluntariamente en la realización de la visión de los líderes.
Esta matriz afectiva, que es la otra mitad del modelo, incluye: empatía, motivación, integración, persuasión, modelaje y resiliencia. Un gerente que entienda este entorno, debe tener alta empatía, pues el empleado promedio se siente agobiado y requiere un oído emocional que esté dispuesto a escucharlo. Además, demanda un alto grado de conexión emocional.
Sin ese salvavidas simbólico, se sienten abandonados y su ánimo se debilita, por lo que es necesario asegurarse que se sienta atendido en sus requerimientos. Ignorar este factor es condenarse a tener una empresa fría con empleados infelices.
La motivación es la clave número uno para activar la pasión de los empleados, incluso por encima del salario. Motivar, en este contexto, significa encender los detonantes mentales y emocionales que impulsan en la persona el deseo de ir a trabajar y de hacerlo con entusiasmo. Y para saber, hay que observar y preguntar.
Los equipos empresariales que funcionan son equipos integrados, que han superado la brecha del egoísmo, alineado la diversidad, y alcanzado un punto de interdependencia que permite la sinergia y el éxito. Cuando no hay integración reina el “yo”, se incrementan los conflictos y la energía se diluye en luchas internas que bloquean el esfuerzo común y retrasan los logros.
Un buen gerente debe ser persuasivo, pues parte de su tarea es vender los proyectos, animar al equipo y convencer a los jefes de que sus decisiones y puntos de vista son correctos.
Además de decir, es necesario mostrar. El gerente debe modelar lo que predica para ganar credibilidad. De lo contrario, sus palabras pierden peso y su imagen se deprecia en la organización.
Y dado que vivimos tiempos tormentosos, debe el gerente desarrollar resiliencia. Los entornos complejos y cambiantes producen muchas frustraciones, debido a la dificultad para predecir y acertar. Los buenos gerentes hacen un balance de aciertos y errores, trabajan por promedios, aprende de los errores y tienen alta capacidad para resistir el estrés y para recuperarse de derrotas transitorias.
Esas son, pues, en modo resumido, las premisas de la gerencia efectiva y afectiva, que integra una zona de gestión y una zona de relación. Si desean ponerla en práctica en su organización, estamos a la orden para ampliar los detalles del modelo.
Debemos recordar, y ese es el mensaje central aquí, que la mentalidad del empleado venezolano incluye motivaciones de afiliación y poder, y que más allá de los parámetro “duros”, debemos prestar atención a los parámetros emocionales
Dr. Renny Yagosesky Ph.D en Psicología, Conferencista y Escritor
Por Equipo Editor Tribuna Gerencial 

Tecnologia & Negocios

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