"Papi no me pidas resultado por favor" La presión familiar en jóvenes atletas.
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Por Hernán E. Janszen
“Vamos hijo!” “Tú eres la mejor mi amor” “No te dejes, no te dejes” “No puedes perder con ella” “¿cómo vas a perder con él?” Estos son algunos de los gritos y comentarios que se escuchan en una competencia de categorías menores. La emoción de ver a su hijo/a brillar acelera el corazón tanto como si fueses tú quien está compitiendo. Quieres ayudarlos y alentarlos de toda forma posible. Ante la victoria celebras, pero ante la derrota llega la frustración y a veces el enojo. En el mejor de los casos, tratas de ocultar tu emoción con un “muy bien, no te preocupes” pero el rostro dice otra cosa distinta. En otros casos, llegan descargas contra las malas decisiones del árbitro, la poca atención del entrenador o su método de entrenamiento, e incluso contra el/la pobre niño/a que ya se prepara para ir a jugar con sus amigos/as.
El apoyo familiar está considerado por los psicólogos deportivos como una de las bases para darle al atleta una correcta estabilidad emocional que le permita rendir al máximo en competencia. Sólo el entrenador y el apoyo psicológico están en este mismo rubro. Sin embargo, no siempre dicho apoyo suma, dependiendo de cómo se maneja podría tener un efecto negativo o positivo. En este artículo hablaremos sobre cómo los jóvenes absorben tus mensajes de apoyo y cómo un enfoque incorrecto del deporte puede llevar a que se queme o retire antes de tiempo.
La forma de apoyo y los mensajes de aliento.
Como atleta olímpico, viví en carne propia muchos momentos con mis padres. Ellos estuvieron allí junto a mí en diferentes momentos de mi desarrollo hasta que fue hora de dejarme ir y competir por mi cuenta. Tuve momentos donde sentí la presión por darles el resultado que querían, otros donde su abrazo post-competencia fue poderoso y amoroso (y no recuerdo ni siquiera el resultado, simplemente el orgullo que me transmitían). Tuve momentos donde lloramos juntos una victoria, como cuando gané el preolímpico en el 2012, o momentos donde no quería hablar de la competencia para no escuchar “¿Pero y qué te pasó?”. Al final, todo sumó para mi desarrollo y por eso estoy agradecido.
Bien sea que tu hijo esté iniciándose, o ya se perfile como un prospecto dentro de su club, estado, a nivel nacional o internacional, una de las cosas que aprendí de mis padres, mis primeros entrenadores y más recientemente psicólogos deportivos reconocidos, es que el deporte es una herramienta para el Desarrollo Personal. Es importante que los valores de compañerismo, sacrificio, organización, respeto, disciplina, trabajo en equipo y trabajo duro (por mencionar algunos) prevalezcan por encima de la búsqueda de medalla o resultado.
Para ello es importante, que para ti como padre o madre estos valores sean también la razón principal por la que apoyas la carrera deportiva de tu hijo/a. Todos tenemos las llamadas neuronas espejo, que son aquellas encargadas de copiar y repetir actitudes de otras personas, especialmente los padres. Los niños son altamente perceptivos, cuando tienes una actitud de odio ante un entrenador o árbitro, él aprenderá eso de ti y lo copiará. Y claro, cómo no ha de copiarlo si una de sus mayores fuentes de aprendizaje eres tú como padre o madre.
El mensaje que le transmites debe ser coherente con la forma en la que lo expresas y, más importante aún, con lo que piensas al respecto. Es decir, si después de leer esto para no presionarlo le vas a decir “ve y disfruta” pero por dentro lo que quieres es que gane y “destruya” a sus adversarios, tu expresión facial o gestos serán distintos y eso el niño inconscientemente lo percibirá, incluso con más fuerza que lo que salió de tu boca. Por eso, para ti los valores del deporte deben ser más importantes que la victoria, sólo así le podrás transmitir realmente el mensaje.
Tu apoyo puede “quemar” a tu hijo ¿Sabías?. Síndrome Burnout en Atletas
El burnout o agotamiento psicológico es un síndrome definido como una reacción ante el estrés competitivo que lleva a un agotamiento emocional, actitud impersonal ante los miembros del entorno deportivo y disminución del rendimiento.
Es decir, son situaciones donde el estrés continuo durante los entrenamientos o competencias lleva al atleta a sentirse con pocas ganas de hacer deporte, tiende a aislarse de sus compañeros/as, la comunicación con su entrenador o padres se entorpece y su rendimiento deportivo baja en momentos poco comunes de la temporada.
Las investigaciones realizadas indican que aproximadamente el 7% de atletas llega a sufrir del síndrome, el cual puede llevarlos al retiro prematuro como vía de escape (algunas veces recomendado por los psicólogos para salvaguardar su salud mental). Aún peor, el 30% de los atletas presenta una de las reacciones antes mencionadas: agotamiento, aislamiento o disminución de rendimiento.
En 1992, el sociólogo deportivo Jay Coakley propuso que una de las razones de burnout en jóvenes atletas era el enfoque unidimensional hacia la victoria que se le imponía al atleta, dejando de lado otros aspectos como: la vida social, su desarrollo como persona, el disfrute intrínseco de la actividad o su libertad para elegir qué otras cosas hacer. Esta teoría sigue siendo apoyada actualmente.
El agotamiento psicológico impide que el atleta rinda apropiadamente, por más gritos o palabras de aliento que se le den simplemente no tendrá la disposición física o psicológica adecuada. Sus recursos han sido agotados por la presión continua que ha sentido.
Es importante que esto sea tomado en cuenta por ti como padre y por el entorno que le ayuda. Más apoyo o más gritos no se traducen en más resultados. Muchas veces incluso, más entrenamiento tampoco (“es que necesita un preparador físico, más clases personales y un psicólogo”). A veces lo que necesita es que se le recuerde porque empezó el deporte en un principio: para divertirse, para conocer amigos, para aprender sobre la disciplina. Más adelante habrá tiempo para trabajar por grandes metas y logros, pero si desde la base se enseña a perseguir la medalla, cuando crezca, las presiones se incrementen y haya más cosas en juego, necesitará tener en su caja de herramientas cosas que pueda usar para: entrenar profesionalmente mientras disfruta como cuando era niño.
Ten presente algo
“Tu apoyo como padre o madre será lo que más recuerde al final de su carrera. ¿Cómo quieres que lo recuerde? ¿Como algo que lo ayudó a crecer o como algo que lo obligó?”
Naomi Soazo, Medallisa Paralímpica de Río 2016, abraza a su padre y entrenador tras ganar el combate por el 3er lugar.
Hernán E Janszen, Coach Deportivo y Asesor de Vida residente en Madrid. Atleta Olímpico de Londres 2012 y múltiple medallista Internacional, es el escritor del ebook “Guía práctica hacia la armonía” y se dedica a ayudar a las personas a encontrar y utilizar su potencial interno para poder avanzar hacia las metas que se propongan en el deporte y la vida. A través de sus escritos y consultas busca llegar a la esencia de cada persona para despertar el potencial innato de cada persona. Puedes conocer más sobre Hernán aquí o descargar su libro en www.casadellibro.com.