jueves, 9 de agosto de 2018

Tecnologia & Cripto

Criptomonedas - Activos o Dinero

¿Dinero o Activos? Así es como los gobiernos del mundo definen a las criptomoneda

Pocos gobiernos nacionales parecen estar de acuerdo en qué es realmente una criptomoneda, y por ahora, al menos, sus divisiones han otorgado a monedas como Bitcoin y Ethereum un estatus flotante e indeterminado en el escenario global.
Como resultado, las criptomonedas carecen de una existencia única y definida, con algunas naciones tratándolas como dinero (por ejemplo, Japón y Alemania) y otras tratándolas como un activo especulativo no regulado (por ejemplo, México, Dinamarca), convirtiéndolas en el equivalente financiero de El gato de Schrödinger.
Sin embargo, como lo demostrará esta revisión elaborada por CoinTelegraph de las clasificaciones de crypto en todo el mundo, las criptomonedas son todas estas cosas y más, por lo que merecen clasificarse según sus propias cualidades únicas.
Estados Unidos: valores, productos básicos, propiedad, dinero
En Estados Unidos hay 5 agencias diferentes que clasifican a la criptomonedas, cada una de manera independiente a la otra. Primero está la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), que hasta junio definió las criptomonedas en general como valores, es decir, los activos en los que alguien invierte con la expectativa de recibir una devolución.
En marzo, por ejemplo, emitió una declaración pública indicando que regularía cualquier cosa que se negocie a través de una plataforma de intercambio como garantía.
“Varias de estas plataformas proporcionan un mecanismo para comercializar activos que cumplen con la definición de ‘seguridad’ bajo las leyes federales de valores. Si una plataforma ofrece la negociación de activos digitales que son valores y opera como un “intercambio”, tal como lo define la leyes federales de valores, entonces la plataforma debe registrarse con la SEC como una bolsa de valores nacional o estar exento de registro”.
Por otro lado, el Servicio de Rentas Internas (IRS), otra de las agencias, definió las criptomonedas como propiedad imponible desde marzo de 2014, cuando declaró:
“Para fines de impuestos federales, la moneda virtual se trata como propiedad”.
Los observadores serían perdonados por suponer que tres definiciones separadas eran suficientes, pero dos agencias adicionales tratan las criptomonedas como dinero. La Oficina de Control de Activos Extranjeros de los EE. UU. (OFAC) es la oficina del Departamento del Tesoro de los EE. UU, responsable de imponer sanciones económicas, que puede incluir decretos contra ciertas criptomonedas (por ejemplo, Petro).
En abril, anunció que trataría las “monedas virtuales” de la misma manera que la moneda fiduciaria, haciendo que cualquier individuo que maneja una criptomoneda cubierta por una sanción económica sea procesable.
Por supuesto, estas clasificaciones no son mutuamente excluyentes, sin embargo, introducen confusión y complejidad para las personas y las empresas que desean comprender exactamente dónde se encuentran legalmente con las criptomonedas. Afortunadamente, cada vez hay más indicios de que algunas de las agencias mencionadas están empezando a converger en definiciones compartidas.
En junio, la SEC finalmente aclaró que no considera a Bitcoin ni Ethereum como valores y que se centraría más en Ofertas de Monedas Iniciales (ICO). Esta medida se produjo un mes después de que el comisionado de la CFTC, Rostin Behnam, pronunciara un discurso que enfatizaba la creciente colaboración entre su comisión y la SEC.
“Hablé sobre mi posición en la CFTC y los esfuerzos de la SEC para armonizar las reglas. Dada la gran cantidad de participantes del mercado doblemente registrados y la política superpuesta, existe una oportunidad real para que CFTC y SEC ajusten las normas redundantes y dejen tanto a los participantes del mercado como reguladores en una posición más fuerte”.
CFTC - SEC - Criptomonedas
Canadá, México y América del Sur: productos básicos, activos virtuales, moneda de curso legal
Al igual que los EE. UU, Canadá no considera que las criptomonedas sean de curso legal. Sin embargo, su enfoque hacia las monedas virtuales es un poco más unificado, con la Agencia de Ingresos de Canadá (CRA) definiéndolos actualmente como productos básicos, una idea que parece aplicarse en la mayoría de las agencias gubernamentales. Esta es la razón por la cual las compras que involucran crypto están reguladas por la CRA como si fueran transacciones de trueque, con la aplicación de los impuestos correspondientes.
En México, el énfasis también está en las criptomonedas como productos básicos. El 1 de marzo, el gobierno aprobó la Ley para regular las empresas de tecnología financiera, que incluye una sección sobre “activos virtuales”, también conocida como criptomonedas.
En comparación con las definiciones anteriores de valores, productos básicos, propiedad y dinero, este es un término vagamente reconocido, y las disposiciones de la ley de marzo no limitan actualmente su aplicación (ya que la ley, de hecho, está a la espera de una legislación secundaria).
Sin embargo, comentarios previos de importantes figuras en México indican que el gobierno se inclinaría a traducirlas “mercancía”, y el gobernador del Banco de México Agustín Carstens declaró en agosto de 2017 que, dado que Bitcoin no está regulado por un banco central, es un mercancía en lugar de una moneda.
Viajando más al sur, la imagen es mixta. En Venezuela, el gobierno anunció el Petro, el activo digital respaldado por petróleo en diciembre, y en abril, decretó que la criptomoneda debe convertirse en moneda de curso legal para todas las transacciones financieras que involucran a los ministerios del gobierno.
Sin embargo, mientras que todas las otras criptomonedas fueron clasificadas inmediatamente como activos financieros, como resultado del decreto que establece el Petro, ninguno ha sido legalmente declarado. Aún más confuso, el parlamento venezolano se ha opuesto al Petro en cada oportunidad. En marzo, incluso declaró que la moneda respaldada por el estado es, de hecho, ilegal, porque se creó sin la aprobación del Congreso y sin la participación del Banco Central de Venezuela.
En Brasil, la Comisión de Valores y Cambios (CVM) declaró en enero que las criptomonedas no pueden clasificarse legalmente como activos financieros, a pesar de que la Oficina de Impuestos del país había estipulado previamente en 2017 que debían considerarse como tales a efectos fiscales. En Chile, las criptomonedas no son valores ni dinero, aunque el banco central ha comenzado recientemente a considerar una regulación específica.
Mientras que Sudamérica a menudo adopta una postura restrictiva hacia las criptomonedas, algunas naciones del continente son un poco más aceptables. En Argentina, las criptomonedas no son de curso legal y no tienen ninguna regulación específicamente aplicada a ellas. Dicho esto, se los trata como bienes según los términos del Código Civil de la nación, mientras que una actualización de diciembre de la regulación fiscal los clasifica como ingresos derivados de acciones y valores.
Lo que tales variaciones indican es que, en lo que respecta a la clasificación de las criptomonedas, la situación económica y política de las naciones afectadas hace una diferencia.
La abstracción inherente de las criptomonedas las hace adaptables en términos de su función, por lo que su clasificación y uso particulares dependen de las condiciones políticas y económicas que prevalezcan en una nación en particular, y para lo que esa nación desea usarlas.
Esta es la razón por la cual, en países donde la moneda nacional y la economía son relativamente débiles, o donde las libertades son restringidas, a las criptomonedas se les niega el estatus legal.
Europa - Criptomonedas - Bitcoin
Europa: dinero privado, unidades de cuenta, medios de intercambio contractuales, valor transferible
Esta tendencia se hace más evidente cuando se compara el estado de las criptomonedas en América Latina con respecto a Europa. En Alemania, la mayor economía del continente, Bitcoin ha sido reconocido como “dinero privado” desde abril de 2014.
Antes de eso, su ministerio de finanzas también reconoció la criptomoneda como una “unidad de cuenta” en agosto de 2013, convirtiéndolo en un instrumento financiero sujeto a impuestos y exigir a las empresas que lo intercambien que se registren con la Autoridad Federal de Supervisión Financiera.
Y en febrero, el gobierno dio un paso más al reconocer las criptomonedas como dinero real, eximiendo a los criptógrafos del impuesto cuando usan sus monedas como medio de pago, según lo dictaminado por el Tribunal Europeo de Justicia en 2015.
En el Reino Unido, las criptomonedas generalmente no han sido alteradas por la regulación, y lo interesante es que el gobierno ha reconocido que compararlas con monedas, productos, valores o cualquier otro instrumento financiero preexistente sería inexacto. En 2014, su departamento de HM Revenue & Customs escribió:
“Las criptomonedas tienen una identidad única y, por lo tanto, no se pueden comparar directamente con ninguna otra forma de actividad de inversión o mecanismo de pago”.
En todo el Canal de la Mancha, Francia también ha aplazado la aplicación de cualquier regulación específica a las criptomonedas, aunque ha estado haciendo esfuerzos concertados con Alemania para proponer leyes que serían de alcance internacional.
Aun así, aunque parece estar avanzando hacia la creación de un marco regulatorio favorable, el Banco de Francia ha mantenido, desde 2013, la posición de que las criptomonedas no son ni una moneda ni un medio de pago.
Por otro lado, el AMF (‘”Financial Markets Regulator”) realizó una consulta pública a fines de 2017 que resultó en la definición de dos categorías de criptomonedas: tokens de utilidad y tokens de seguridad. Además de esto, los operadores de cifrado, tanto privados como comerciales, están sujetos a impuestos sobre sus ganancias, con el gobierno definiendo a Bitcoin en 2016 como una “unidad de cuenta” a los fines de recaudar dicho impuesto.
En Dinamarca, la Autoridad de Supervisión Financiera emitió un comunicado en diciembre de 2013 que afirmaba que Bitcoin (y otras monedas) no eran monedas, mientras que en marzo de 2014 el banco central danés emitió su propia declaración declarando casi lo mismo.
En cuanto a lo que son, el Consejo Tributario danés finalmente dictaminó a principios de 2018 que las ganancias de cripto-negociación son gravadas, lo que implica que las criptomonedas se consideran activos (especulativos).
En los Países Bajos, el banco central también niega el estado monetario de Bitcoin y otras criptomonedas, después de haber escrito en un documento de posición de enero que:
“No consideramos cryptos como dinero”.
Por el contrario, un tribunal holandés dictaminó en marzo que Bitcoin puede considerarse un “valor transferible”, por lo que es equivalente a la propiedad. Esto guarda cierta semejanza con una definición en la que trabaja el Ministerio de Economía y Finanzas italiano en un proyecto de decreto que describe las criptomonedas como una “representación digital del valor… utilizado como herramienta de intercambio para comprar bienes o servicios”.
Esta clasificación no establece criptomonedas como monedas o como propiedad, pero tiene paralelismos en algunos otros estados de la UE. Por ejemplo, en Letonia, el Servicio de Rentas del Estado y el Banco de Letonia han afirmado que las criptomonedas representan un medio de pago “contractual”, un estado que está muy por debajo del dinero pero lo suficientemente cercano en términos funcionales.
Más allá de la UE, Suiza es quizás la nación europea más importante en lo que respecta a la criptografía, sobre todo porque se ha posicionado agresivamente como un lugar deseable para los comerciantes de cifrado y las empresas.
En 2014, su gobierno federal publicó un informe en el que las criptomonedas se definían como activos, en lugar de como monedas o como medio de pago. Pero desde entonces, la nación sin litoral ha introducido varias “simplificaciones reglamentarias” para atraer a las empresas de tecnología financiera, y es en este clima donde han surgido nuevos enfoques para las criptomonedas.
En noviembre de 2017, el distrito regional de Zug comenzó a aceptar Ethereum y Bitcoin como pago por los costos de administración y los servicios municipales, reconociendo a ambas divisas digitales efectivamente como dinero.
Bitcoin en los mercados asiáticos - China
China y Asia Oriental
La regulación es particularmente aguda en China. En diciembre de 2013, el gobierno chino emitió un aviso proclamando que Bitcoin no es una moneda.
“En términos de naturaleza, Bitcoin es un producto virtual específico que no tiene el estatus legal equivalente a la moneda y no puede ni debe usarse como moneda en el mercado”.
No obstante, el mismo aviso también reconoció que “las transacciones de Bitcoin actúan como una forma de comprar y vender bienes en Internet”, y dado que no hizo ningún intento de prohibir o desalentar dicha actividad, es discutible que el anuncio actuó como un tácito reconocimiento de las criptomonedas como medio de pago (es decir, como dinero).
Desafortunadamente, la posición del gobierno chino se ha endurecido considerablemente desde 2013. Prohibió las ICO en septiembre de 2017, y también prohibió las transmisiones de cifrado ese mismo mes y posteriormente bloqueó las bolsas extranjeras, y citó los “riesgos financieros” como su motivación para ambos actos.
En otras palabras, negó que las criptomonedas sean valores, activos o productos básicos legítimos en China, del mismo modo que había negado su condición de moneda cuatro años antes. Y dado que también se han tomado medidas para dificultar la minería este año, el actual clima político y normativo en China está negando a la criptomoneda cualquier tipo de estatus oficial.
A pesar de esto, las cosas no son tan sombrías para crypto en otras partes de Asia. En Japón, el gobierno pasó por un proceso opuesto al de China, clasificando a Bitcoin como “no moneda” en 2014 y luego corrigiendo su posición en marzo de 2016, cuando la Ley de Servicios de Pago finalmente reconoció las criptomonedas como dinero. Sin embargo, como una indicación de la singularidad de la criptografía, la definición real incluida en el acto describe la criptomoneda más específicamente como un “valor de propiedad” que puede usarse para comprar bienes y servicios, en lugar de como una moneda.
En Corea del Sur, las criptomonedas son reconocidas como un “activo con valor medible”, un veredicto otorgado por la corte suprema del país el 30 de mayo. Es consistente con la regulación y las directrices emitidas por las autoridades surcoreanas hasta la fecha. Estos incluyen una actualización de junio a las leyes AML que requiere intercambios criptográficos para emprender medidas de Diligencia Debida del Cliente (CDD) y CDD Mejorado (EDD), algo que cumple la promesa del gobierno hecha en febrero de ayudar a fomentar el comercio “normal” de criptomonedas como activos.
En Singapur, el gobierno también está inclinado a ver las criptomonedas como activos en lugar de dinero. En agosto de 2017, la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS) advirtió a las ICO y a los intercambios cifrados que tenían jurisdicción sobre los tokens incluidos en la definición de valores, una advertencia que repitió en septiembre y también en mayo a ocho intercambios que aún no se habían registrado.
Influencia de las criptomoendas en el mundo
Identidad única
De nuevo, lo que dichas posturas subrayan es que la mayoría de las naciones desarrolladas están cautelosamente abiertas a las criptomonedas como un nuevo instrumento financiero, como un nuevo medio para generar ingresos y obtener capital y como base de una nueva tecnología, es decir, blockchain.
Sin embargo, está claro que pocos actualmente quieren reconocer Bitcoin o cualquier otra moneda descentralizada como dinero, especialmente si sus gobiernos son más autoritarios. Esta renuencia es particularmente evidente en ciertos ejemplos que hemos omitido: en Rusia, las criptomonedas “no son un método legal de pago” sino propiedad, mientras que el gobierno de Turquía ha declarado previamente que Bitcoin “no se considera dinero electrónico” bajo la ley actual y no es compatible con el Islam.
Debido a que la mayoría de los gobiernos aún no están seguros de cómo se desarrollarán las criptomonedas en el futuro, y posiblemente porque no quieren reconocer las implicaciones radicales del dinero descentralizado, se han negado a establecer una identidad legal distinta para los criptoactivos.
En cambio, muchos han intentado aplicar cualquier ley preexistente relevante que puedan, con la esperanza de que esto frene los efectos de las criptomonedas que pueden ser indeseables desde la perspectiva de un gobierno nacional. Por eso, a nivel internacional, las divisas digitales se han visto inundadas por una avalancha de categorizaciones diversas, desde el dinero privado hasta la propiedad y el “valor transferible”.
Por otro lado, la variación en las clasificaciones también es producto de la versatilidad de las criptomonedas. Debido a que generalmente no son emitidos y controlados por un organismo central, existen pocas restricciones sobre cómo se pueden usar.
Algunos titulares pueden, por lo tanto, utilizarlos como medio de pago, otros pueden tratarlos como un instrumento financiero especulativo o como una propiedad, mientras que el futuro podría aportar aún más funciones.
Esta adaptabilidad a las necesidades de los titulares es una de las características definitorias de crypto, razón por la cual el gobierno del Reino Unido probablemente tuvo razón al decir en 2014 que las criptomonedas tienen una “identidad única”. Y también es la razón por la cual, cuando los gobiernos del mundo finalmente adopten la legislación específica para las criptomonedas, se les aconsejará que no intenten subsumirlas por completo en las categorías legales existentes.
Fuente: CoinTelegraph

lunes, 6 de agosto de 2018

Tecnologia & Cripto


Crece la minería de criptoactivos 

en Rusia a pesar de condiciones

 de baja rentabilidad

Recientemente los niveles de rentabilidad de la actividad de minería de criptomonedas han disminuido considerablemente, en su mayoría debido al aumento de los precios establecidos para los equipos ASIC que realizan el minado y los altos costos de operatividad que requieren, hablando sobre todo en el aspecto de energía eléctrica.
Además de lo anterior, también influye la caída abrupta de los precios en el mercado, que como consecuencia, ya no hacen tan atractivos los rendimientos y la incursión en la minería de cualquier criptoactivo.
A pesar de esta situación, y según un reporte publicado hace pocos días, en Rusia parece haber un efecto contrario, siendo la minería de criptomonedas una actividad cada vez con mayor auge y alcanzando nuevos niveles de popularidad entre sus habitantes.
Rusia actualmente es un buen territorio para desempeñar esta tarea, cuenta con condiciones óptimas en muchos apartados. Las facturas de energía eléctrica no son tan costosas en comparación con otros países, el clima en gran parte ayuda a mantener un ambiente apropiado para las instalaciones de minería y por último, mantiene una industria tecnológica con un desarrollo constante y de altura que aporta su grano de arena.
En el informe, el número de empresas de minería ha visto un incremento de hasta un 15% este año, hasta llegar a un total de 75,000 de acuerdo con la Asociación Rusa de Criptomonedas y Blockchain (RACIB). Asimismo, el sector ya cuenta con unos 350,000 empleados, pasando a representar el país un 6% del mercado mundial, un 1% más que el pasado año. 
Igualmente el organismo afirma que el aumento de ciudadanos rusos poseedores de criptomonedas aumento este año de 2.5 a 3 millones. Por otra parte, también indica que los trabajadores en el mercado de criptomonedas del pais estarían en el orden de los 70,000, sin contar a los contratados por las compañías mineras.
En cuanto al salario percibido también se informa que ha caído en un 40% en relación a los devengados en el 2017, cuando los precios del mercado alcanzaron sus mayores niveles. Aun así, todavía sigue siendo mayor en comparación con las cifras que se obtienen en otras profesiones.
Este tipo de datos y estadísticas, revelan un panorama favorable para lo que sería la actividad de la minería y el propio ecosistema de criptomonedas en un futuro. De modo que si Rusia sigue los pasos indicados, podría convertirse fácilmente en una potencia y encontrar así nuevas maneras de rentabilizar el sector.
Via CoinCrispy.com

domingo, 5 de agosto de 2018

Tecnologia & Cripto


Estas son las reglas que debes

seguir para proteger tus 

criptomonedas

Antes de entrar de lleno en el contenido principal de este artículo, conviene aclarar que el entorno específico bajo el cual se minan las criptomonedas conforma un sistema impenetrable. Recordemos que la criptografía es un arte que engloba un conjunto de técnicas para crear un escrito enigmático de tal forma que solo una persona que conozca el lenguaje en cuestión pueda descifrar el mensaje.
Es así como surge la tecnología blockchain (cadena de bloques), en la cual se registran todas las transacciones que los mineros validan de acuerdo a un orden cronológico. Una vez que un bloque se añade a la cadena principal, se genera un Hash, que es un número de identificación que resume toda la información de las transacciones contenidas en el mismo. Este bloque se asocia con el anterior y con el siguiente que se añada a través del Hash. De modo que, si alguien intenta alterar la información contenida en los bloques, automáticamente se modificará el Hash, creando una discontinuidad en la cadena que la invalidará.
Las criptomonedas son digitales, no son emitidas por ninguna entidad bancaria ni Estado, y no requieren de terceros que aprueben y vigilen las transacciones. Estos tres factores representan un valor agregado en lo que al tema de la seguridad se refiere. Son los mismos integrantes de la red quienes validan las transacciones de una billetera a otra, y todos poseen su propia copia de seguridad de la cadena de bloques principal. De esta forma, resulta imposible que alguien intente, por ejemplo, modificar el monto o la dirección de las transacciones aprobadas.
Ahora bien, al igual que en la vida real, el mundo cibernético está lleno de riesgos, y más aún en el caso específico de las criptomonedas, como el caso del Bitcoin, que ha logrado valorarse un varios miles de dólares en diferentes oportunidades. Al igual que los delincuentes que atacan en la calle, en la red existen muchos hackers interesados en saltarse todos los procedimientos para ganar grandes cantidades de dinero, y las criptodivisas, sin lugar a duda, se han colado entre sus principales objetivos.

Riesgos en el mundo de las criptomonedas

El protocolo del Bitcoin y las criptomonedas en general es descentralizado, es decir, que no depende de terceros para verificar ni aprobar ninguna transferencia. Pero a pesar de ello, habrá situaciones en las que será necesario confiarlas a terceros, como en el caso de las billeteras, casas de cambio (plataformas de exchange), entre otros, y esto se escapa de la seguridad que ofrece la configuración de la blockchain.
El simple hecho de autorizar a agentes externos a manejar nuestro dinero, como cuando recurrimos a una casa de cambio para obtener su equivalencia en otras unidades monetarias, durante el tiempo que sea, corremos el riesgo de ser robados. Y es que hasta la fecha, varias casas de cambio han sido hackeadas, como el caso histórico de Mt. Gox, con una pérdida de 25.000 BTC la primera vez, seguida de un segundo ataque por 744.408 BTC.
Aunado a ello, recordemos que una vez validado un bloque de la blockchain, se genera un hash para ese contenido específico. Sin embargo, antes que esto ocurra, ciertos malaware pueden cambiar las direcciones a las que se envían las criptomonedas, es decir, cambiar su destinatario sin autorización del emisor de los mismos.
Además, existen otros riesgos, como el cryptojacking, en el que los piratas informáticos utilizan los recursos de los equipos de otras personas en la red para aportar poder de cómputo para minar criptomonedas, lo cual implica también varios riesgos, como el robo de identidad y una menor eficiencia operativa de nuestros ordenadores. Para saber más sobre esto, recomendamos nuestro artículo ¿Qué es el cryptojacking y cómo protegerse?

¿Cómo proteger nuestras criptomonedas?

Ya habiendo mencionado algunos de los riesgos más comunes en la red, entraremos de lleno en la razón de ser de este artículo, que es brindar varios consejos útiles que nos permitan proteger nuestras criptomonedas de software malicioso y hackers cibernéticos.

Mantén el anonimato

Cuando empezamos a leer sobre las monedas digitales, una de las primeras características que notaremos sobre ellas es el hecho de que para hacer transacciones con otros integrantes de la red, no es necesario ingresar datos personales ni números de cuentas en otros bancos ni mucho menos de nuestras tarjetas de crédito, como ocurre en las plataformas de las instituciones bancarias. Esto le confiere un carácter discreto y por qué no anónimo, aunque este último no en su totalidad.
Como sabemos, el mundo cibernético está repleto de todo tipo de información, y los procesos relativos a la forma en que se carga la misma a la red son desconocidos por la mayoría de las personas que la utiliza. Sin embargo, los hackers se mantienen alertas ante cualquier señal que pueda despertar su interés, y con el aumento del valor del Bitcoin y, por ende, de las otras criptomonedas, ya se han convertido en uno de sus intereses.
Lo más prudente cuando se tiene dinero es ser prudente y discreto con el mismo, y lo mismo aplica para las monedas digitales. A pesar de que para comprarlas y venderlas no necesitamos especificar datos personales, nuestras direcciones pueden ser rastreadas o nuestras contraseñas pueden ser descubiertas, lo cual daría poder a terceros de hacer con nuestro dinero lo que les plazca.
Para evitar esto existen diferentes medidas de seguridad que debemos aplicar, entre las cuales podemos mencionar el instalar en nuestro ordenador un sistema operativo independiente, como la rama de Linux, configurar la persistencia para hacer las copias de seguridad de nuestras operaciones (de lo cual hablaremos más adelante), un gestor de contraseñas, el cual podrá generar y guardar todas las contraseñas que utilicemos para ingresar a nuestra billetera, y usar programas de mensajería que permitan mantener el anonimato. Estos y otros pasos son descritos en nuestro artículo Cómo comprar y vender bitcoins de forma anónima, por lo que recomendamos que le eches un vistazo.

Evita exponer tus datos y movimientos de criptomonedas en la red

Este consejo complementa al anterior. Tal como ocurre en nuestra vida cotidiana, aun en las sociedades más avanzadas y en los países más desarrollados, siempre existirán personas con tendencia al delito. Si bien tenemos todo el derecho de hacer mención de algún negocio en el que nos encontremos, alguna inversión que estemos realizando o bien mostrar pertenencias costosas a los demás, lo cierto es que debemos ser cuidadosos con ello en todo momento.
El auge de las criptomonedas aún no logra superar el de las redes sociales en nuestra época, y a pesar de su gran utilidad en materia de comunicación, su uso irresponsable puede acarrearnos graves consecuencias. Evitemos a toda costa hacer público que nos manejamos en el mundo de las criptomonedas; podemos confiar este secreto a nuestros cercanos sin demasiado detalle de nuestros procedimientos ni mucho menos nuestras ganancias.
Por ningún motivo debemos publicar en Facebook, Twitter o Instagram capturas de nuestros estados de cuenta. De igual forma, ser prudente a la hora de hacer mención de alguna plataforma de Exchange que estemos utilizando, ni las billeteras en las que guardamos nuestro dinero. Recordemos que en muchos casos, nuestro perfil y publicaciones dan pistas de nuestra ubicación, movimientos y hábitos, y esta información no solo es visible para nuestros amigos, sino también para las aplicaciones que asociamos a estas redes. No llamemos la atención de los hackers.

Gestiona y protege tus contraseñas

Por lo general, cada billetera genera sus propias contraseñas complejas para evitar que estas sean fáciles de descifrar por otros que no sean el usuario, aunque su eficiencia en esto dependerá de cada plataforma en particular. Estas contraseñas, quedan guardadas como textos planos en algún fichero, al cual podría ser muy fácil llegar para un experto en el tema. Y aunque estos ficheros puedan ser cifrados con un código PIN, este también puede ser robado y dar acceso al ladrón a tus fondos dentro de la billetera.
Por ello, tal como dijimos en el primer consejo, recomendamos utilizar un gestor de contraseñas, como Lastpass o KeePassX. Esto permitirá no solo guardar las contraseñas generadas por la billetera, sino generar otras con hasta 200 caracteres alfanuméricos para cualquier paso del proceso de hacer tus transacciones. De igual forma, permite guardar el código PIN que protege dichas contraseñas, aunque debemos ser cuidadosos con ello pues, de perderla, no podríamos ingresar nuevamente en ella.

Procura usar billeteras diferentes, y evita instalarlas en dispositivos móviles

Una de las grandes ventajas de las criptomonedas es la diversificación de fondos, y esto va de la mano con la organización de los mismos. En la vida real, no guardamos todo nuestro dinero en efectivo en una caja fuerte, ni mucho menos en una sola cuenta bancaria. Lo mismo debemos hacer con este tipo de activos digitales, puesto que nunca sabemos qué pueda pasar.
Es conveniente usar diferentes billeteras para los diferentes tipos de transacciones que hagamos. De esta forma, dificultaremos el rastreo de nuestra dirección y posibles robos por parte de terceros. Además, en caso de pasar este mal rato con una en específico, no habríamos perdido todos nuestros fondos.
Por otro lado, instalar nuestras billeteras en nuestro smartphones es uno de los actos más inseguros que podríamos hacer en nuestro manejo de las criptomonedas. Los dispositivos móviles están sujetos a extravío y a robo, y los códigos son mucho más fáciles de descifrar en ellos, razón por la cual no debemos por ningún motivo confiar nuestros fondos en ellos. En todo caso, lo más conveniente es utilizar billeteras físicas (hardware especializado para criptomonedas), que a pesar de ser caros, cumplen muy bien con su función.

Crea copias de seguridad cada cierto tiempo

Crear copias de seguridad es otro aspecto importante que no debemos dejar de lado cuando hacemos nuestras transacciones con criptomonedas. Recordemos que los mineros aprueban bloques de transacciones que se añaden a una cadena principal, y todos los miembros de la comunidad deben tener copia de esta.
Podemos guardar la copia de seguridad de nuestras operaciones en nuestro disco duro, un disco duro externo, pendrivers, tarjetas SD, entre otros, y de igual forma cifrarlas de modo que ningún extraño pueda tener acceso a ella. Con ello, podremos recuperar nuestras criptomonedas en caso la pérdida o deceso de nuestro ordenador.

Ten cuidado con los sitios web que visitas

Como mencionamos anteriormente, existe el cryptojacking, que permite a individuos en la red apoderarse de nuestro ordenador y utilizar sus recursos para minar criptomonedas. Por si fuera poco, existen muchos sitios web dedicados a ello; algunos hacen conscientes de ello a sus visitantes, mientras que otros se encuentran disfrazados y se aprovechan de estos para poder minar y salvarse del alto costo de la energía. Esto no solo ocasiona una operación más lenta de nuestro equipo, sino que representa un riesgo para la información contenida en el mismo.
En este sentido, conviene utilizar navegadores reconocidos, como Opera y Google Chrome, e instalarles Complementos que eviten nuestro ingreso a sitios web maliciosos.

Instala un buen antivirus en tu ordenador

Por básico que parezca, instalar un buen antivirus en nuestro ordenador nos puede salvar de muchos malos ratos. La función de estos no solo es impedir que descarguemos archivos sospechosos que puedan dañar nuestro equipo, sino que también provean protección contra malware. Si instalamos la billetera en nuestro equipo, obligatoriamente debemos contar con un antivirus potente que no necesariamente debe ser pago, para complementar la seguridad de la misma en conjunto con la encriptación. Además de ello, mantenerlo actualizado siempre.
De igual forma, el Firewall es otro aspecto importante que debe mantenerse siempre activo en nuestro ordenador. Su función es protegernos de aquellos piratas cibernéticos que intentan robar nuestra información y controlar nuestro equipo desde otro lugar.

Desconfía de las casas de cambio

Sin importar cuán buena sea su reputación, debemos desconfiar de las casas de cambio. Sabemos que hoy en día es inevitable recurrir a ellas para poder intercambiar criptomonedas por dólares, euros u otras monedas digitales, sin embargo, debemos ser sumamente cuidadosos a la hora de escoger la plataforma para esto.
Como dijimos en párrafos anteriores, en numerosas ocasiones estos sitios web han sido objeto de hackeos en los que se han robado miles de criptomonedas que, al cambio en dólares, representan cantidades considerables sobre todo en el momento del ATH del Bitcoin.
En este sentido, conviene informarnos muy bien sobre las políticas, reputación y diseño de determinada plataforma de Exchange antes de confiarles nuestro dinero. Siempre debemos buscar aquellos casos que tuvieron malas experiencias para conocer la naturaleza de las mismas y saber el riesgo al que nos estamos exponiendo. De igual forma, evitar a toda costa dejarles nuestros activos durante mucho tiempo, pues nada nos garantiza que en ese intervalo la web sufra un ataque cibernético, o bien que el dueño de la misma sea un ladrón.
Concluimos este artículo recalcando que a pesar del proceso casi impecable que implica la minería de criptomonedas, existen desperfectos asociados principalmente a las acciones humanas, como el hecho de cambiarlas a otras a través de plataformas de Exchange, o el ingreso a páginas web poco confiables. De modo que tal como ocurre en cualquier negocio o inversión, es sumamente necesario no solo conocer los aspectos positivos y ganancias, sino también las diferentes brechas de seguridad que pudieran exponernos a software malicioso y hackers. De esta forma, podremos actuar con anticipación y tomar las medidas pertinentes para evitar y ser víctimas de estafa cibernética.
Via Coincrispy.com

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