EL LIDERAZGO GERENCIAL
La investigación que se ha
realizado y la literatura que se ha escrito sobre liderazgo desde la Segunda
Guerra Mundial hasta nuestros días es bastante amplia y variada. Hoy día
encontramos el concepto de liderazgo cargado de numerosos mitos que dificultan
su implantación y desarrollo.
Según el Diccionario de la Lengua
Española, liderazgo se define como la dirección, jefatura o conducción de un
partido político, de un grupo social o de otra colectividad. El Diccionario de
Ciencias de la Conducta, define el liderazgo como las cualidades de
personalidad y capacidad que favorecen la guía y el control de otros
individuos. Kotter define a los líderes como personas capaces de crear y
comunicar visiones y estrategias, y afirma que el liderazgo versa sobre
cambio. Chiavenato destaca que liderazgo
es la influencia interpersonal ejercida en una situación, dirigida a través del
proceso de comunicación humana a la consecución de uno o diversos objetivos
específicos.
Después de trabajar muy de cerca
por más de 20 años con decenas de grupos gerenciales de empresas nacionales,
centroamericanas y multinacionales, y haber estudiado a muchos autores que han
escrito sobre el tema, como Blake y Mouton, Fiedler y Vroom, John Maxwell, Ken
Blanchard, Margret Weathley, Peter Drucker, Stephen Covey y Robin Sharma, se
puede afirmar que liderazgo es el proceso de influir en las personas para
encauzar sus esfuerzos hacia la consecución de metas específicas. Por eso es
que el liderazgo gerencial es un incuestionable forjador de cultura
organizacional. El liderazgo gerencial es un continuo conformado por cuatro
dimensiones:
1. Liderazgo Personal
El Liderazgo Personal o auto
liderazgo, es cuando el líder está consciente de la manera cómo piensa y actúa al liderarse a sí mismo.
Cuando alcanza la seguridad y la autoestima necesarias para vencer barreras
mentales, descubrir el sentido de la vida, enriquecer las actitudes, los
hábitos, la calidad de vida y el carácter del individuo, aprovechar al máximo
los dones propios y desarrollar su inteligencia emocional. Es el desarrollo de
la dimensión intrapersonal o sea yo con yo mismo, el conocimiento de uno mismo,
la actitud mental positiva, el buscar propósito y significado a la vida, el
creer que lo que se hace vale la pena, la automotivación.
2. Liderazgo de Influencia
Es el liderazgo hacia la gente,
que incluye el saber manejar las dimensiones de la comunicación para promover
la colaboración y mantener un clima
organizacional favorable, hacer que los integrantes del equipo
construyan confianza, eliminen temores, acepten retos, tengan creencia en ellos
mismos y logren resultados. Es influenciar a otras personas para que realicen
cosas que normalmente no harían,
impactar a la gente. Es el desarrollo de habilidades que incluyen el
desarrollo de la dimensión interpersonal, o sea yo con los otros, con los
demás. Es ser un ejecutivo que desarrolla habilidades de coaching para ser
mejor líder con su equipo, crear un mejor ambiente de trabajo y aumentar la
satisfacción de sus colaboradores.
3. Liderazgo Estratégico
Gracias al Liderazgo estratégico
se adquiere postura, se establece el rumbo, se orientan las acciones y se
alinean los esfuerzos del equipo de trabajo. El liderazgo estratégico define la
visión, la misión y los valores compartidos, y ayuda a diseñar el mapa
estratégico. Este liderazgo adapta la organización hacia las nuevas exigencias
del mercado competitivo, y brinda las herramientas y estrategias necesarias que
permitan que los vientos de cambio lleven la organización hacia el logro de la
visión y hacia donde se quiera ir, y no hacia donde los vientos de cambio la
quieren llevar.
4. Liderazgo de Resultados
El liderazgo de resultados es la
consecuencia del auto liderazgo, del liderazgo hacia las personas y del
liderazgo estratégico. En la dimensión del liderazgo de resultados, el líder
optimiza y operativiza la estrategia, logrando resultados y creando mayor
capacidad organizacional. Este liderazgo transforma la organización. Hace del
servicio al cliente el motor de desarrollo de la empresa para fidelizar a los
clientes y maximizar los activos; y se caracteriza por la toma rápida de decisiones, que gozan de
respaldo de parte todo el personal de la organización. Conoce y utiliza
técnicas y herramientas para solucionar conflictos, sabe negociar, resuelve
problemas.
Pareciera que estas cuatro
dimensiones nunca se terminan de desarrollar, ya que cuando parece que se
termina con el liderazgo de resultados, se vuelve a iniciar de nuevo el ciclo
con el liderazgo personal.
Recordemos, como afirmó Maxwell,
que para llegar a ser un buen líder, se debe ser una persona segura, porque
llevar a su gente hasta la altura de su potencial, puede significar incluso que
lo superen.
El autor es Coach Ejecutivo,
recibió entrenamiento por Coachvillle Spain/TISOC, Director Grupo Desarrollo
Humano.
Por: Gilbert Aubert
Extraído de http://www.tisoc.com
Por Equipo Editor Tribuna Gerencial
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