viernes, 27 de septiembre de 2013

Inteligencia Emocional

INTELIGENCIA EMOCIONAL


       La inteligencia emocional de acuerdo a la definición desarrollada por  Daniel Goleman  constituye  la capacidad que posee el individuo de tomar conciencia de sus propias emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones, profundizar la capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud  “empatica”, ponerse  en el zapato de los demás, que lo guíe a abrir las posibilidades de su desarrollo personal. Es frecuente que en nuestro entorno familiar o laboral  nos encontremos con casos de personas  brillantes, con un elevado coeficiente intelectual, que lo han demostrados a través de sus logros estudiantiles pero que no han podido desarrollarse de forma exitosa bien en su vida personal o en sus carreras profesionales, mientras que otros  “menos brillantes“ logran alcanzar vidas familiares armoniosas y grandes logros profesionales. Esto puede ser explicado basándose en la teoría de la inteligencia  emocional, que tanto auge ha alcanzado en los últimos tiempos y que hoy día juega un papel fundamental en el desarrollo de las Organizaciones.
    La inteligencia emocional constituye hoy día una especie de prerrequisito para el logro de crecimiento profesional y empresarial, ya que cuando utilizamos las emociones a nuestro favor, la vitalidad fluye, la concentración se incrementa, la alegría y el positivismo contagia por lo que las relaciones se desarrollan y se obtienen mejores resultados.
    Es decir  el saber como manejar tanto nuestras emociones como las de los demás nos permite guiar el pensamiento y la acción, o sea  nos permite tomar  la mejor decisión posible ante las situaciones que se nos presenten. Esto es logrado a través del funcionamiento mancomunado de  diferentes partes del cerebro : la parte racional de nuestro cerebro , la que maneja el intelecto, basado en el funcionamiento de la neocorteza cerebral  que constituye  el asiento del pensamiento, que es responsable del razonamiento, la reflexión, la capacidad de prever y de imaginar.
Allí también se procesan las informaciones que llegan desde los órganos de los sentidos y se producen las percepciones conscientes; y la parte del cerebro que maneja los centros emocionales de reacción instantánea, casi reflejo, que parece imponerse a nuestra voluntad consciente, constituyendo lo que los especialistas denominan el sistema lìmbico compuesto a su vez por la amígdala, que se podría definir como el asiento de toda pasión o de toda emoción. El funcionamiento mancomunado de ambas partes del cerebro se complementan de modo de  hacernos la vida más fácil, llevarnos mejor con los demás y elegir las alternativas más apropiadas, ya sea siguiendo las corazonadas súbitas o los razonamientos más cuidadosos.
      La inteligencia emocional es en consecuencia  la capacidad de aprovechar las emociones de la mejor manera y combinarlas con el razonamiento para llegar obtener los mejores resultados, por tanto no es solo  el coeficiente intelectual el que define la verdadera inteligencia de los seres humanos , sino aquella “ parte diferente”  a las habilidades verbales o numéricas que poseen las personas lo que garantizan su capacidad de desenvolverse con éxito tanto en su vida personal como laboral , y por tanto  llegar a tener una vida satisfactoria, plena y equilibrada en una palabra  “ser feliz”.
Dentro de la teoría desarrollada por Goleman se establecen cinco habilidades fundamentales que forman parte de la inteligencia emocional: la capacidad de reconocer los sentimientos propios, de administrarlos, la automotivación, el reconocimiento de las emociones de los demás y la empatía o capacidad para reaccionar correctamente ante los sentimientos de los otros. Estas herramientas nos permitirían movernos entre la marea de sentimientos y emociones propios y ajenos y salir airosos de las distintas situaciones que día a día se nos presentan.
      Diversos experimentos realizados han demostrado que aquellas personas que controlan sus emociones en función de un objetivo resultan ser más emprendedoras y sociables, mientras que aquellas que actúan con  impulsividad tienden a desmoralizarse con facilidad, resultando meno brillantes.
Esto resulta de vital importancia para las Organizaciones, ya que su éxito y  desarrollo  depende del talento humano con el que esta cuenta  por lo que habilidades sociales que posea dicho personal, que le  permite conocer y manejar sus propios sentimientos ,el saber manejar bien las emociones en una relación e interpretar adecuadamente las situaciones ; interactuar sin dificultad; y  utilizar estas habilidades para persuadir, dirigir, negociar y resolver disputas constituyen la base fundamental  para la cooperación y el trabajo en equipo. No se trata de eliminar u ocultar las emociones, y las pasiones sino de administrarlas con inteligencia, por tanto el aprovechar la inteligencia emocional no significa estar siempre felices o contentos sino saber mantener el equilibrio,  saber atravesar aquellas “pruebas”  que nos presenta la vida, reconociendo nuestros propios sentimientos y saliendo airosos de esas situaciones sin causar daño  a si mismos o a los demás, todo lo cual permitirá que al sentirnos satisfechos con nosotros mismos, tendamos a crear hábitos mentales que desarrollen nuestra productividad en beneficio propio y de nuestro entorno.
    A mi criterio  uno de los puntos cruciales por así llamarlo de la inteligencia emocional lo constituye la empatìa, ya que debemos ser capaces de ver las cosas desde el punto de vista o perspectiva de los demás, lo cual por cuestiones presumo culturales resulta bastante difícil, por lo que debemos avocarnos a desarrollar esta habilidad.
Esto es de vital importancia en las organizaciones ya que es  de la empatìa, de la cual dependerá la obtención de un clima social de respeto y de  convivencia armoniosa dentro de la misma. El conocido autor del libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, Stephen R. Covey, estableció como Quinto hábito:”Procure primero comprender y después ser  comprendido”., correspondiendo esto a la empatìa, en el que establece que debemos aprender mentalmente a ponernos en los zapatos del otro para empezar a comprenderlo, lo cual involucra además el aprender a escucharlo, con la “mente abierta”, de forma tal de poder encontrar juntos una solución efectiva, todo ello basado en el respeto y  la dignidad , lo que  constituye, el trato mas anhelado por los que integran una Organización, convirtiéndose  este en un agente motivador.

                                                                                    
Autor: Ing.Milagro Montero.
C.I 7.374.416

Coordinadora de Operaciones en la empresa Pegarca P.G.

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