viernes, 27 de septiembre de 2013

Liderazgo & Trabajo en Equipo

LA TOMA DE DECISIONES EN  NUESTRA EPOCA


Los diferentes fenómenos como la globalización y los avances tecnológicos han ejercido profundo impacto en la competitividad de las organizaciones. En la actualidad las empresas han tenido que cambiar sus esquemas y estructuras teniendo que amoldarse a la creciente sistematización de los procesos internos y externos.
En este sentido es necesario destacar, que los gerentes de hoy día  deben esforzarse a diario para lograr que los productos y /o servicios que ofrecen satisfagan las expectativas y exigencias de sus clientes; adicionalmente deben innovar para que sus costos de producción sean bajos; ya que para ser competitivo en los mercados dinámicos e impredecibles de la actualidad, se debe considerar como máxima prioridad la calidad de los productos a fabricar o del servicio a prestar.
No obstante todas estas medidas adoptadas por las organizaciones con el propósito de crear mejoras  que impacten en sus productos o servicios para convertirse en organizaciones mas competitivas, deben realizarse desde adentro; es decir que impacten en la estructura medular de la empresa, pues al generarse beneficios y bienestar desde adentro es factible lograr modificar el desempeño de quienes integran la organización, ya que ellos se sentirán identificados y satisfechos con la misión y visión de las mismas, haciendo todo lo que este a su alcance para que  el equilibrio se mantenga, lo cual redundará  en beneficios para la empresa .
 Lo anteriormente expuesto refleja la importancia que cobra en la época actual el factor humano dentro de las Organizaciones, convirtiéndose este en el activo mas importante para las mismas, a la par de la información y el conocimiento, quienes poseen gran relevancia en la sociedad de nuestro tiempo

Hoy día Las Organizaciones han reconocido el hecho de que la única manera de alcanzar ventajas competitivas sostenibles la constituye el desarrollo de capacidades diferentes, la  capacidad de innovar; y esto constituye  una facultad inmanente del ser humano. La información y el conocimiento se constituyen entonces en recursos para el desarrollo, y pasan a  constituir  el capital intelectual o activos intangibles de las organizaciones, que tienen su origen en los conocimientos, valores y aptitudes de las personas que conforman las mismas.
En consecuencia la principal ventaja competitiva de las Organizaciones estriba en como se gerencia el conocimiento individual y colectivo. El gerente del siglo XXI debe estar a la par de la necesidad de desarrollar las capacidades intelectuales de los recursos humanos que conforman la Organización, de su capacidad de aprendizaje para la innovación y la creación de nuevos conocimientos. Surge entonces una nueva Organización   basada en el conocimiento, en la cual juegan un papel fundamental los recursos humanos, los recursos de información, los recursos informáticos y telemáticos, pero es indiscutible el hecho de que los recursos anexos al humano (información, informáticos y telemáticos) son productos de la inteligencia y capacidad de aprendizaje e innovación del recurso humano.
Las Organizaciones basadas en el conocimiento se caracterizan por avocarse al desarrollo profesional y personal de sus integrantes y  a la continua innovación y mejoras sus productos y servicios.
Una vez reconocido el hecho que es en el capital humano y su potencial en quienes residen las ventajas competitivas de Las Organizaciones en esta época, es que podemos abordar la importancia de las tomas de decisiones en el ámbito gerencial actual. El gerente del siglo XXI esta llamado a cubrir una serie de expectativas vinculadas a sus capacidades y destrezas, a las aptitudes que el mismo demuestre frente a las circunstancias cambiantes del mundo actual. Debe ser capaz de orientar, dirigir, tomar decisiones y lograr resultados, para lo cual requiere no solo de una sólida formación gerencial, sino criterios propios afianzados, una clara concepción de la naturaleza humana y una filosofía de trabajo que le permita influir de manera positiva sobre los miembros de la Organización, ganando su apoyo efectivo y su compromiso con el logro de la gestión.
El estatus y cargo jerárquico  del gerente, lo ubica como la figura llamada a tomar decisiones  dentro de La Organización, para lo cual debe “hacerse” de la información necesaria que le permita dilucidar de forma objetiva entre las alternativas de que se disponga, valiéndose además de su sentido común,  juicio critico, experiencia e intuición. En consecuencia para la toma de decisiones el gerente debe adoptar nuevas estrategias que le permitan visualizar y aprovechar las nuevas oportunidades, desarrollar su capacidad para adaptar las actividades de La Empresa a un entorno  cambiante, complejo e impredecible, donde juegan un papel fundamental los sucesos políticos, económicos y sociales que ocurren en  el País.
En conclusión el gerente de nuestra época debe diseñar estrategias que le permitan  evaluar todas la alternativas disponibles, de modo que las decisiones tomadas sean aquellas que mejor se adapten a las circunstancias existentes, movidos en todo momento en función de objetivos, valores y actitudes que conduzcan al logro de resultados óptimos tanto para la Organización como para la sociedad.
 Sin embargo dada la importancia del factor humano en las Organizaciones de nuestra época, cabe preguntarse que tanto de la naturaleza humana  interviene en el proceso de toma de decisiones, la parte racional o la parte intuitiva, indudablemente  ambas resultan fundamentales en todo proceso de toma de decisión. En las organizaciones  mientras descendemos en los niveles jerárquicos priva la parte racional en la toma de decisiones mientras  que a nivel de cargos directivos  juega un rol fundamental la intuición, siempre y cuando se mantenga  una perspectiva adecuada respecto al riesgo, implícito en todo proceso decisorio.
El referido proceso decisorio va a estar condicionado tanto por los valores propios del decisor como por el entorno, resultando fundamental en dicho proceso la definición exacta del problema, así como de las variables que intervienen en el, haciéndolo más o menos complejo. Este debe ser enfocado desde la perspectiva más elevada posible, de modo de dejar clara todas las alternativas existentes, que serán sometidas a una especie de “tamiz”, conformado por los criterios por parte del decisor.



Autor: Ing.Milagro Montero.
C.I 7.374.416

Coordinadora de Operaciones en la empresa Pegarca P.G. 

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